Sumar Galicia inicia nueva etapa. ¿Con qué objetivos?
Yo siempre digo que en febrero en Galicia perdimos unas elecciones, pero ganamos una organización y un montón de gente que nos pedía que construyéramos Sumar a nivel territorial. Los resultados electorales gallegos nos dicen que con el BNG más fuerte de la historia y un PSdeG que se mantuvo dignamente sigue habiendo un Gobierno de derechas en la Xunta. ¿Por qué? Porque gran parte de la población gallega no sale a votar si no hay una alternativa como la nuestra. Así que entendemos que esa es nuestra misión principal: que en Galicia se lleguen a hacer políticas progresistas como las que hay a nivel estatal.
Para Sumar, lograr menos de 30.000 votos no fue una buena carta de presentación. ¿Qué falló?
Nosotros somos, todavía hoy, una organización muy joven, y lo éramos mucho más en las elecciones gallegas. Precisamente ahora nuestros esfuerzos están orientados a ganar territorio y establecernos a lo largo y ancho de Galicia. Ya tenemos gente trabajando en todas las provincias, con humildad pero con empeño, para hacernos más presentes en el territorio.
¿Es viable un partido nuevo en Galicia sin disponer de una estructura territorial fuerte y asentada?
Se necesita un arraigo territorial, como mínimo. Porque tienes que conocer de primera mano las preocupaciones de la ciudadanía. Yo no sé lo que hacen el resto de organizaciones, pero desde luego en Sumar solo construimos desde ahí: escuchar lo que la ciudadanía quiere y elevarlo a las instituciones. Esta es la labor que hacemos a nivel estatal y es lo que queremos hacer en Galicia.
¿Está Sumar Galicia presente ya en las cuatro provincias?
Sí. Pero es cierto que el movimiento Sumar Galicia es una organización de iquierdas que donde tiene más implantación y más crecimiento es en las provincias atlánticas y en las grandes ciudades, algo además que no es ajeno a la tradición derecha-izquierda en Galicia. Pero nos estamos esforzando, además de seguir creciendo en las ciudades, despegar en el rural. Ahí tenemos una asignatura pendiente, pero no solo Sumar Galicia, sino toda la izquierda. Queremos identificarnos con las preocupaciones del interior de Galicia.
¿Puede crecer Sumar aprovechando la crisis del PSdeG?
Nosotras tenemos un electorado propio, así que no creo que sea la vía para crecer, porque además los votos no son de los partidos. Las personas eligen la opción que mejor representa sus intereses y nosotros aspiramos a representar los de la clase popular y trabajadora, queremos que nos identifiquen con ellos. Nosotros no pretendemos robar el voto a nadie, sino ensanchar el espacio de la izquierda. Hay gente que no fue a votar en las autonómicas y sí lo había hecho el 23-J en las generales… Y a esa gente es a la que apelamos desde Sumar Galicia, con el reto de una amplia unidad a la izquierda del PSOE aunando a fuerzas hermanas. Estamos aquí para negociar y conformar grandes mayorías.
Podemos Galicia es una de ellas. ¿Hay diálogo entre ambos?
Queremos que el espacio de la izquierda esté suficientemente representado en Galicia para poder cambiar el Gobierno del PP, que ya suma 15 años. A partir de ahí, aspiramos a aglutinar a toda la izquierda. Esa es al coalición que somos a nivel estatal y la que queremos ser a nivel autonómico.
Tras la última asamblea, ¿cree que puede existir también cierta brecha interna en el BNG?
No me meto en líos internos de otras organizaciones. El BNG tuvo unos grandes resultados en las autonómicas, pero no fueron suficientes para sacar al PP de la Xunta, que es lo que nos preocupa.
En teoría, las municipales serán las próximas elecciones. ¿Habrá papeletas de Sumar Galicia?
No, no son nuestras elecciones. Hay un montón de movimientos de izquierda alternativos que son a los que tenemos que apoyar, en lugar de ir nosotros a ocupar espacios que ya existen. Y eso es lo que estamos haciendo ya, con diálogo.
Alfonso Rueda defiende la estabilidad de la política gallega frente al caos de la política nacional. ¿Comparte el diagnóstico?
Ese es un relato trampa. En España tenemos un Gobierno de coalición progresista que lleva cinco años avanzando en democracia y derechos, que gestionó la peor crisis pandémica de la historia de España y fue tan eficaz que, al terminar, no se ampliaron las brechas de desigualdad. Al contrario, tenemos más empleo y mejores salarios. Eso es lo que logra un Gobierno de coalición, así que por mucho que Rueda repita su relato, no se corresponde con la realidad.
¿Y qué papel jugó Sumar ahí?
Todo el escudo social entró en el Gobierno de la mano de Sumar.
¿Terminará el actual Gobierno la legislatura?
¡Por supuesto! La legislatura va a ser larga y, sobre todo, avanzará en derechos para las clases populares.
¿Y habrá presupuestos en 2025?
Habrá presupuestos y serán los presupuestos que queremos.
Parece que en esta legislatura Yolanda Díaz tiene un perfil más bajo o menor exposición que en la anterior. ¿Cree que es buscado?
La pasada legislatura fue la de la pandemia y los ERTE, una medida que cambió este país y la forma de entender las relaciones laborales, igual que la reforma laboral, y todo eso situó al Ministerio de Trabajo en el centro. Pero lo que está haciendo en esta legislatura también es muchísimo: la subida del salario mínimo, que volveremos a subir; los planes LGTBI en las empresas; la reducción de la jornada sin bajar el salario; la limitación o prohibición del despido de personas con incapacidad; el reglamento para regular la prevención de riesgos laborales de las empleadas del hogar; la mejora de la prevención de riesgos laborales en el servicio de atención a la dependencia… El Ministerio de Trabajo está haciendo muchísimas cosas y creo que Yolanda Díaz vuelve a demostrar que es la mejor Ministra de Trabajo de este país, se va más reflejado o menos en las portadas de los periódicos.
¿Y tiene le queda tiempo para Sumar Galicia?
Por supuesto. Para Yolanda Díaz, esta es su tierra. Además ahora, con motivo de mi portavocía en el grupo, tenemos más contacto y hablamos más del movimiento Sumar Galicia.
Acaba de estrenarse como portavoz de Sumar en un Congreso muy polarizado. ¿Es frustrante?
La política es dura y requiere esfuerzo, pero lo que importan son los resultados. Además, Sumar es un espacio político que está especializado en negociar.
¿Cómo ve a la derecha?
Veo a la derecha cada vez más extrema. Y me preocupa. El PP sitúa a la abanca o las eléctricas por delante de la ciudadanía, nos pide que dejemos de recaudar 1.100 millones, que son fundamentales para poder aplicar políticas de vivienda y apoyo a las familias, o ayudar a Valencia tras la DANA. Veo irresponsable la actitud de la derecha. Ni una propuesta. Son las élites y no le están haciendo ningún favor al país.
Es portavoz de Sumar en el Congreso tras la marcha de Errejón. ¿Habló con él desde su salida?
No.
¿La decepcionó?
Fue una sorpresa, sin duda. Yo tenía con él una relación estrictamente profesional. Pero hicimos lo que teníamos que hacer: actuar con contundencia y estar siempre del lado de las mujeres. Y esa es una de las razones por las que no tuve relación con Íñigo Errejón desde su salida. Hay que esperar a que la cuestión se resuelva, pero mientras tanto en Sumar seguiremos actuando con contundencia si se producen estas situaciones, dentro o fuera de nuestro espacio.
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