El grupo siderúrgico vasco Sidenor, presidido por José Antonio Jainaga, ha puesto en duda su interés en adquirir el 29,9 % de Talgo, una participación actualmente en manos del fondo Trilantic. Según declaraciones a EFE, fuentes de la empresa han subrayado que esta operación “no es una cuestión de vida o muerte” y que, de no obtener apoyo de los actuales accionistas, se retirarán para evitar “gastar tiempo y energía inútilmente”.
Sidenor ha ofrecido un precio de 4 euros por acción, valorando la participación en 150 millones de euros y el total de la compañía en unos 500 millones de euros. Este precio es inferior al de 5 euros por acción propuesto por la húngara Ganz Mavag (Magyar Vagon) en marzo pasado, oferta que fue bloqueada por el Gobierno español por razones de seguridad nacional, pero supera los 3,52 euros a los que cerraron las acciones de Talgo el pasado viernes.
Proceso de análisis y tensiones con Trilantic
Sidenor comenzó a analizar la documentación de Talgo hace apenas una semana tras la firma de un acuerdo de confidencialidad el pasado 16 de octubre. Según fuentes de la negociación, los actuales accionistas han obstaculizado el acceso a información clave, lo que ha dilatado el proceso. Además, aseguran que Javier Bañón, alto ejecutivo de Trilantic, está explorando otras ofertas con el objetivo de presionar a Sidenor para elevar su propuesta.
El contexto se complica aún más con la reciente sanción de 116 millones de euros impuesta por Renfe a Talgo por retrasos en la entrega de trenes Avril, lo que podría impactar negativamente en el valor de la transacción. Trilantic estaría intentando que el Gobierno suavice las condiciones de la multa para limitar este efecto.
El pacto de accionistas entre Trilantic, Torreal (de la familia Abelló) y los Oriol, fundadores de Talgo, expira a finales de año, lo que dejaría a Trilantic con libertad para vender su participación de forma unilateral.
Polonia entra en la ecuación
Mientras Sidenor evalúa su próximo movimiento, el Fondo Polaco de Desarrollo (PFR, por sus siglas en polaco) ha realizado una oferta concreta para adquirir Talgo, según Business Insider Polska. Este fondo público, que ya cuenta con financiación asegurada, controla a la compañía ferroviaria Pesa, especializada en locomotoras, trenes regionales y tranvías.
Talgo y Pesa firmaron en septiembre un memorando de entendimiento para colaborar en el desarrollo de una nueva red de alta velocidad en Polonia, un mercado estratégico que podría fortalecer la posición de ambas empresas. Además, Pesa tiene interés en participar en el proyecto Rail Báltica, respaldado por la Comisión Europea.
Respaldo institucional y futuro incierto
Tanto el Gobierno español como el Ejecutivo vasco han expresado su apoyo a la entrada de Sidenor en Talgo. Desde Madrid, consideran que la operación puede aportar estabilidad financiera al fabricante ferroviario, mientras que en Euskadi ven con buenos ojos una solución que preserve el arraigo local y fomente el empleo.
Sin embargo, la decisión final de Sidenor dependerá de cómo se desarrollen las negociaciones en las próximas semanas. Talgo, una empresa con una cartera de pedidos superior a los 4.000 millones de euros, necesita urgentemente un socio que refuerce su músculo industrial para consolidar su futuro.