Para 2025, «prevemos nuevas rebajas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que deberían actuar como revulsivo para los precios de vivienda», aseguran desde el departamento de análisis de Bankinter, donde vaticinan subidas de precios a ritmo superior a la inflación.
De hecho, calculan que 2024 cerrará con unos encarecimientos superiores al 8%, frente al 6% previsto anteriormente. Para los siguientes años, han incrementado también sus estimaciones. Así, para 2025 creen que se registrará una subida de los precios de las viviendas del 5%, en comparación con el 4% anterior.
«Posteriormente, las subidas deberían moderarse progresivamente, situándose por encima del 3% en 2026 y tendido a converger con la inflación en niveles próximos al 2% en 2027«, dicen.
Y aseguran que «las rebajas de tipos de interés actuarán como un nuevo revulsivo, junto a un mercado laboral sólido, escasez de oferta y fuerte subida de precios de los alquileres».
Tras un largo ciclo de subidas de precios de vivienda, de 10 años consecutivos, en los que acumula una apreciación próxima al 56% desde los mínimos de 2014, una de las principales dudas es si está volviendo a formarse una burbuja inmobiliaria. Los expertos de la entidad tienen claro: «Nuestra opinión es que no».
La razón, en su opinión, es que el mercado de vivienda presenta sólidos fundamentales, «con ratios de accesibilidad mejores que la media histórica, apoyados en fuertes incrementos de la renta disponible de los hogares, superiores incluso al 10% en los últimos años, y tasas de esfuerzo en niveles razonables y tendiendo a moderarse».
Como explican, la relación entre precios de la vivienda e ingresos familiares medios finalizará 2024 en torno a 7,3x, lejos de los máximos de 2007 de 9,5x. Unos niveles que creen que deberían mantenerse estables en 2025, a pesar de las subidas de precios de vivienda estimadas.
«Esto se explica por el crecimiento de la renta bruta disponible de los hogares, que estimamos se mantendrá en dígito medios simple, por combinación de creación de empleo y subida de salarios, dado el crecimiento económico de los últimos años, que se ha sentido sobre todo en el sector servicios.
Además, reflejando la caída del euríbor, comentan que la proporción de los ingresos familiares que se destinan al pago de la hipoteca han comenzado a reducirse. «Se sitúa actualmente en el 36% y es altamente probable que en próximos meses se sitúe por debajo de la media histórica (35%)».
A esto se suma una escasez de oferta que prevén que siga aumentando en unas 100.000 unidades al año. «En los próximos dos años se entregarán menos de 100.000 viviendas al año, mientras que la demanda podría superar las 200.000 al año», algo que «contrasta con el claro exceso de oferta de la última burbuja inmobiliaria», concluyen.