Carlo Ancelotti estaba muy lejos de estar contrariado por no haber logrado encaramarse al liderato en Vallecas, donde no puso pasar de un empate a tres con el Rayo. El italiano quiso ver en positivo la reacción de los suyos que a los 38 minutos perdían por dos goles en el barrio. Dos goles de cabeza, con fallos clamorosos de marcaje, que luego remontaron los suyos con los goles de Valverde, Bellingham y Rodrygo.
A por el quinto título en 2024
El italiano apuntó en la sala de prensa de Vallecas que «más no hemos podido hacer. Veo un futuro bueno. El miércoles hay que ganar la Intercontinental, sería poner la guinda al pastel a un grandísimo año». Un año, 2024, en el que los blancos han ganado la Liga, la Supercopa de España, la Champions, la Supercopa de Europa y ahora aspira a conquistar su último título, esta Intercontinental que les medirá el miércoles en Doha a Pachuca.
Carlo sigue reivindicándose ante las voces críticas que hay dentro del club y que le culpan de una mala gestión en estos cuatro meses de temporada. Sobre el partido, Carletto puntualizó que «me puso nervioso el empate de Mallorca y el de Las Palmas, el de hoy no, porque he visto un equipo. Ha sido un partido completo, también en errores. Y es cierto que hemos sufrido por alto. Estaba mucho más preocupado con esos empates anteriores. Ahora tenemos la actitud y el compromiso del año pasado». Se refería Carletto a los últimos partidos en los que los madridistas han ganado en Montilivi, en Bérgamo y ahora este empate en Vallecas.
Ancelotti rotó en esta ocasión, como se exigía desde dentro del club, donde se le acusa que no da minutos a los más jóvenes. Pero ni Arda ni Endrick acaban de dar un puñetazo en la mesa que se les exige para sacar del once a otros jugadores más estabilizados ahí. El técnico sigue mostrando optimismo en este tramo final del año, en el que ha conseguido corregir la deriva que llevaba. «Veo un 2025, aunque me puedo equivocar, muy bueno, con ganas e ilusión. Estamos en la pelea por todo. Estamos bien, a pesar de las muchas dificultades que hemos tenido por las lesiones. Hoy hemos empezado sin muchos titulares, hasta siete. Cuando vuelvan todos, el equipo será mucho mejor», apuntaba.
Una defensa de papel
Lo cual no quita para poner el foco en una defensa lastimosa en Vallecas con Tchouameni y Rudiger generando muchas dudas. Por no hablar de los laterales, que no ofrecen ninguna garantía defensiva. Cierto es que el Real Madrid se presentó en el barrio de Vallecas sin su defensa titular (Carvajal, Militao, Alaba y Mendy). Es más un problema de actitud. La defensa echa en falta más pesimismo, eso que decía Ancelotti de Nacho, «un defensa pesimista», que se pone en lo peor, que siempre está preparado para cualquier contratiempo. Esto ha provocado que el Real Madrid haya recibido ya 16 goles en contra, que es lo mismo que había recibido el año pasado en 26 jornadas. Su debilidad defensiva ha provocado que ya se haya dejado en Liga cuatro empates y dos derrotas en Liga, y tres más en Champions. Nueve tropiezos en 22 partidos, entre Liga y Champions, que confirman la irregularidad de un equipo que no termina de alcanzar su velocidad de crucero. Algo que, evidentemente, tiene que ver con la enorme cantidad de lesionados que ha tenido en este primer tercio de temporada.