Gregorio quiere que su mujer descanse en paz después del atropello y, por eso, ha contratado al mejor bufete que conoce, Carrizosa & Rivero Abogados. Carlos, su hijo, no puede ocuparse del asunto porque está liado con la adopción de su bebé ruso.
Pero cuando están a punto de conseguir la indemnización de María descubren que sus hijos han boicoteado la reunión. Goyito ha protagonizado un ataque informático y Alicia ha difamado al banco: “Gracias a sus hijos nos pueden demandar por daños punitivos”.
Gregorio no puede creerse que sus hijos hayan sido capaces de llegar a ese extremo y ahora se teme lo peor. ¿Firmará la renuncia a la indemnización de María?