Un all-star de la cocina castellonense, una alineación de lujo de los mejores chefs de la provincia, se reunió anoche con un solo objetivo: ayudar a los afectados por la DANA que asoló Valencia el pasado 29 de octubre.
La lista de convocados era estelar y, como tal, hizo las delicias de los asistentes al restaurante El Invernadero, del Grupo Capicúa, en Benicàssim. La solidaridad de los comensales fue la otra gran protagonista, puesto que el donativo mínimo por pareja para acceder al evento eran 500 euros.
Los destinatarios de todo el dinero recaudado ayer en esta cena única en la localidad de la Plana Alta serán los autónomos, pequeños comercios y familias con menores a cargo en las zonas cero valencianas, que todavía arrastran multitud de problemas un mes y medio después de la devastadora riada que, hasta el momento, ha dejado 223 muertos, así como millones de euros en daños personales.
Muchos de esos daños son a empresas locales que se plantean bajar la persiana definitivamente después de haber perdido sus locales, con la gran incertidumbre de qué van a hacer con sus vidas. Precisamente para que eso no suceda, lo mejor de la cocina castellonense se unió ayer a esta iniciativa que, en realidad, fue mundial: bajo el lema Desde Valencia para Valencia y con el liderazgo de los chefs Ricard Camarena, Begoña Rodrigo y Quique Dacosta, muchas ciudades se unieron.
Castellón con Desde Valencia para Valencia compartió cartel con París, Londres, Buenos Aires, Bogotá y Singapur, así como con otras capitales españolas (Barcelona, Sevilla, Alicante…), que también congregaron anoche a lo mejor de su escena culinaria en apoyo a los valencianos.
Los chefs
Quienes acudieron a la cena pudieron quedarse con los sabores, al mismo tiempo y en modalidad de cocina abierta, de los restaurantes top de Castellón. Visitándolos uno por uno, costaría meses (como mínimo) hacer check en todos ellos.
A los fogones estuvieron los restaurantes con estrella Michelin Cal Paradís, con el chef Miquel Barrera; Atalaya, con Alejandra Herrador y Emanuel Carlucci; y también el restaurante Raúl Resino, con el propio Resino a la cabeza.
Además, completaron la velada muchos otros con soles Repsol, caso de La Farola, con María Adrián y José Vicente Garnés; La Tasca del Puerto, con Nacho Boix; el Mesón del Pastor, con Raquel Ferrer; el Anhelo, con Cristian Granero; losrestaurantes de Alessandro Maino y Rubén Miralles, con ellos mismos cocinando; el Daluan, con Avelino Ramón; Casa Jaime, con Jaime Sanz y Jordi Sanz; y Le Bistrot, a cargo de Silvia Vives. No tenían estrellas ni soles pero sí lo más importante, kilos y kilos de solidaridad, los establecimientos Izakaya, Pau Restaurant y La Suculenta, que también estuvieron presentes en una gala que colgó el letrero de completo.
Unión con más sectores
El Ayuntamiento de Castelló, uno de los impulsores de la edición castellonense de Desde Valencia para Valencia, destacó que la gala reflejó «la unión de diferentes sectores que han contribuido de distintas maneras». Fue la concejal de Turismo, Arantxa Miralles, quien señaló que participaron la escuela Gasma, cuyos estudiantes colaboraron en el desarrollo del evento, y también varios representantes musicales, como la banda Dandy Wolf y DJ Rocket, que pusieron el ritmo a la noche gastronómica y solidaria. Entre tanto, el evento se hizo rápido entre los platos, los espectáculos, las rifas y la zona de cóctel, que estuvo a cargo de Le Tribute. Además, quien quiso donar a la causa pero no pudo acudir a la cena también pudo hacerlo con la Fila 0.
Desde el consistorio de la capital de la Plana expresaron su deseo de que anoche fuera una «experiencia inolvidable» con un fin noble.
«El mundo de la cocina en Castellón demuestra su grandeza no solo en los fogones, sino también en su compromiso con las personas que más lo necesitan (…). Es una oportunidad única para disfrutar de nuestra excelencia gastronómica mientras ayudamos a quienes están enfrentando momentos muy difíciles», dijo Miralles. Y es que desde ayer, esta gala pasa a ser una más de las infinitas muestras solidarias que estos meses han unido más que nunca a Castellón con Valencia.
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