El mundo cuenta con pueblos tan especiales y diferentes que resulta difícil escoger solo uno para colgarle la medalla del más bonito.
Difícil pero no imposible, al menos para la ONU. Uno de sus organismos, la Organización Mundial del Turismo (OMT) reconoce cada año uno de estos lugares. Se trata de destinos que combinan a la perfección la preservación de su identidad cultural y natural con prácticas sostenibles.
Y para nuestra alegría este año, el honroso título ha recaído en un pueblo patrio. Se llama Rupit i Pruit, un pintoresco pueblo en la comarca de Osona, Barcelona. Su espectacular paisaje rodeado de montañas y frondosos bosques, su patrimonio histórico, calles empedradas, incluso un hermoso puente colgante, son factores que sin duda le han llevado a coronarse como el pueblo más bonito del mundo.
Rupit i Pruit, que cuenta con casi 300 habitantes, según datos de este año del Instituto de Estadística de Cataluña, está situado a más de 800 metros de altura y por sus calles no es posible circular en coche.
Si se pasea por sus calles nos encontramos con maravillosas casas de piedra, algunas con más de 400 años.
ambiente medieval
En Rupit i Pruit se puede respirar el ambiente medieval que desprende, desde la carrer del Fossar, con su encanto medieval, hasta las ruinas de su castillo o la plaza de los Caballeros. Destaca también la iglesia de Sant Miquel, de estilo barroco, que nos permite subir a su campanario para disfrutar de unas increíbles vistas panorámicas del pueblo.
También está la pintoresca plaza Mayor, llena de balcones floridos y tiendas rústica o edificios históricos como la casa del boticario, los antiguos molinos de la riera y la Ermita de Santa Magdalena, del siglo XVII, un rincón tranquilo donde disfrutar de las vistas al río.
un millón de euros
Vivir en este pueblo es sin duda un regalo para la vista, pero lo cierto es que si nos planteamos comprar una casa allí, no tenemos demasiada oferta.
Consultando el portal inmobiliario Idealista, hemos encontrado cinco y sus precios están a la altura de los que nos encontramos en ciudades como Madrid.
La vivienda más prohibitiva, una casa burguesa de mediados del siglo XX, de 9 habitaciones y 1.100 metros cuadrados, alcanza el millón de euros.
Cierto es que a esta casa no le falta detalle. Tiene tres plantas y un espectacular jardín con estanques, varios parterres con terrazas de piedra, una zona boscosa, pista de tenis, una piscina con vestuarios y una bonita capilla.
Le sigue en precio una masía construida en el 1.700 de 900 metros cuadrados por la que piden 600.000 euros y que necesita una reforma integral.
Más asequible es una casa de 220 metros cuadrados por la que piden 389.000 euros. Desde una amplia terraza se puede contemplar todo el valle y en este caso está situada a tan solo 200 metros al centro del pueblo.
Por un poco menos encontramos una casa situada «en una de las calles más bonitas del pueblo». Es de piedra, tiene 178 metros cuadrados y piden 369.000 euros.
La más asequible de las que está en venta cuesta 220.000 euros y es una coqueta casita de 100 metros cuadrados, dos dormitorios y un jardín con mucho encanto.
Aínsa, Mura y Pals
Si estos precios se escapan a tu presupuesto y quieres vivir en alguno con encanto, no desesperes. Hay otros lugares en España que han sido reconocidos como los «Mejores Pueblos Turísticos» de 2024 por la Organización Mundial del Turismo (OMT). Se trata de Aínsa (Huesca), Mura (Barcelona) y Pals (Gerona) que han destacado entre 55 localidades de todo el mundo.
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