El caimanés Jordan Crooks se convirtió este sábado en el primer hombre en la historia en bajar de la barrera de los 20 segundos en la prueba de los 50 libre, tras completar las semifinales de los Mundiales de piscina corta de Budapest en un tiempo de 19.90 segundos, nuevo récord del mundo.
Un estratosférico registro que permitió a Crooks rebajar en 18 centésimas el anterior récord que él mismo estableció en las preliminares de la mañana con un crono de 20.08 segundos.
Crooks, de 22 años, pasó en las series los primeros 25 metros en un tiempo de 9.78 segundos y en las semifinales voló y completó el primer largo en 9.55 segundos.
Jordan Crooks, oro hace dos años en los Mundiales de Melbourne, batió con claridad el récord del mundo pese a nadar la vuelta en 10.35 segundos, cinco centésimas más que por la mañana.
Walsh sigue de dulce
Otra de las protagonistas de estos campeonatos, la estadounidense Gretchen Walsh prolongó su particular fiesta y firmó su noveno récord del mundo en cinco días de competición, tras fijar una nueva plusmarca universal en la semifinales de los 50 libre.
Walsh, que nadó en un tiempo de 22.87 segundos, rebajó en 6 centésimas el anterior tope mundial en posesión de la neerlandesa Ranomi Kromowidjojo con un crono de 22.93 desde el año 2017.
Poco le importó a la estadounidense, que ya suma cinco oros en estos campeonatos, haber nadado apenas cuarenta minutos la final de los 100 mariposa en la que Gretchen Walsh se alzó con la victoria con una marca de 52.71 segundos, como no, nuevo récord del mundo.
Dos plusmarcas universales que sumar a las otras siete que la de Nashville, que cumplirá 22 años el próximo mes de enero, firmó en las cuatro primeras jornadas de competición, tras rebajar en dos ocasiones tanto el récord de los 50 mariposa, como el de los 100 mariposa y el de los 100 estilos, así como en una ocasión el del relevo 4×100 libre.