El líder de Hayat Tahrir al-Sham, Abu Mohammed al-Julani, advierte sobre una posible escalada y solicita evitar acciones militares en Siria.
Julani critica los ataques israelíes y habla de líneas rojas
Por primera vez desde que asumió el poder en Siria, el líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Ahmad al-Sharaa, conocido como Abu Mohammed al-Julani, expresó su opinión sobre Israel. En una entrevista televisiva emitida el sábado, afirmó que Israel “no tiene más excusas” para continuar con sus ataques aéreos en Siria. Según Julani, los recientes bombardeos israelíes han cruzado líneas rojas, poniendo en riesgo la estabilidad de la región.
La semana pasada, Israel llevó a cabo una operación militar significativa, cuyo objetivo fue eliminar las capacidades estratégicas del ejército sirio. Los ataques incluyeron la destrucción de sitios de armas químicas, misiles y sistemas de defensa aérea, además de otros objetivos relacionados con la fuerza aérea y naval. Estas acciones, según fuentes israelíes, buscaban prevenir que estas armas terminaran en manos de grupos hostiles.
Israel también ingresó en una zona de amortiguación patrullada por las Naciones Unidas en los Altos del Golán, lo que ha generado críticas internacionales. Este movimiento tuvo lugar pocas horas después de que los rebeldes, liderados por HTS, tomaran el control de Damasco. Sin embargo, Israel declaró que esta incursión fue una medida defensiva temporal, con el fin de garantizar la seguridad fronteriza.
En su intervención, Julani hizo un llamado a la comunidad internacional, instándola a asumir su responsabilidad para evitar una escalada y preservar la soberanía de Siria. Además, insistió en que las soluciones diplomáticas deben ser la única vía para garantizar la estabilidad, descartando cualquier acción militar que pudiera agravar la situación.
Datos clave sobre la guerra entre Israel y Siria
- El líder de HTS, Abu Mohammed al-Julani, es ahora la principal figura política en Siria tras la caída de Assad.
- Israel lanzó ataques contra instalaciones estratégicas en Siria, incluida una zona de armas químicas.
- La incursión israelí en los Altos del Golán fue calificada como una medida temporal de autodefensa.
- La comunidad internacional ha expresado preocupación por una posible escalada en la región.
Netanyahu justifica las operaciones militares en Siria
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió los ataques realizados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en territorio sirio. En un mensaje en video dirigido al nuevo régimen sirio, Netanyahu explicó que estas acciones buscaban evitar que las capacidades militares del derrocado régimen de Assad cayeran en manos de yihadistas. Entre los objetivos atacados, se encontraban sitios estratégicos relacionados con la seguridad de Israel.
Netanyahu también ofreció establecer relaciones con las nuevas autoridades en Siria, pero advirtió que Israel no dudaría en responder si su seguridad se ve amenazada. “No tenemos intención de interferir en los asuntos internos de Siria”, declaró, aunque subrayó que cualquier intento de permitir que Irán restablezca su influencia en la región será enfrentado con determinación.
El régimen de Bashar al-Assad, aliado de Irán, formaba parte del llamado Eje de Resistencia, una coalición antiisraelí que incluía a grupos como Hezbolá. Israel considera esta alianza como una de las mayores amenazas a su seguridad y, por ello, ha intensificado sus acciones para neutralizar cualquier resurgimiento de estas fuerzas en Siria.
Siria prioriza la reconstrucción y descarta nuevos conflictos
En sus declaraciones, Abu Mohammed al-Julani aseguró que Siria no se involucrará en conflictos que puedan llevar a más devastación. Según el líder rebelde, el país está agotado tras años de guerra civil, y sus principales prioridades son ahora la reconstrucción y la estabilidad interna.
Julani indicó que el enfoque del nuevo gobierno será evitar cualquier provocación que conduzca a una escalada regional. Aunque no mencionó a Israel directamente, reiteró que la diplomacia será la principal herramienta para garantizar la paz. En este sentido, también pidió un esfuerzo coordinado de la comunidad internacional para apoyar este proceso.
Por su parte, las autoridades israelíes han expresado su escepticismo ante las declaraciones de Julani, señalando que cualquier desarrollo en Siria será observado de cerca.
Julani señala riesgos del atrincheramiento iraní en Siria
El comandante de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Abu Mohammed al-Julani, señaló en una entrevista que la presencia iraní en Siria había representado un peligro significativo no solo para el país, sino también para sus vecinos y la región del Golfo. Según el líder rebelde, su movimiento logró poner fin a esa influencia, aunque aclaró: “No somos enemigos del pueblo iraní”.
Durante la misma entrevista, Julani destacó los desafíos que enfrenta el nuevo gobierno en Siria. Subrayó la importancia de dejar atrás la “mentalidad revolucionaria” que impulsó a los rebeldes durante la guerra, priorizando ahora la creación de instituciones modernas, el respeto al Estado de derecho y la garantía de los derechos de todos los ciudadanos sirios.
El líder rebelde criticó abiertamente al régimen de Bashar al-Assad, calificándolo de corrupto y acusándolo de haber manejado Siria como una “granja” de la que extraía recursos para beneficio personal. También anunció que próximamente se divulgarán documentos que evidencian el alcance del “enorme robo” perpetrado por el régimen anterior.
Claves sobre los retos del nuevo gobierno en Siria
- El fin de la presencia iraní es considerado un logro clave por el nuevo liderazgo.
- Julani aboga por abandonar la mentalidad revolucionaria para consolidar un gobierno moderno.
- Se planea la publicación de pruebas que demostrarían la corrupción del régimen de Assad.
- La reconstrucción de Siria y la estabilidad interna son prioridades inmediatas del nuevo gobierno.
La caída de Assad y el panorama de posguerra en Siria
Julani destacó que la victoria de los rebeldes, lograda en tan solo 11 días, fue resultado de una planificación meticulosa y un entrenamiento eficaz. Según el líder, esta ofensiva permitió tomar el control de grandes ciudades sin provocar desplazamientos masivos de la población. No obstante, reconoció los conflictos internos entre los grupos rebeldes, marcados por faccionalismo e interferencia extranjera.
El comandante también mencionó la campaña aérea limitada de Rusia contra los rebeldes en los días previos a la caída del régimen. Esto, dijo, generó temores de que Siria pudiera enfrentar un escenario similar al de Gaza. Respecto al futuro, Julani afirmó que el cambio de régimen representa una oportunidad para redefinir las relaciones con Moscú en términos que beneficien a ambas partes.
El régimen derrocado de Assad tuvo un largo historial en el poder, que comenzó en 1970 cuando Hafez al-Assad asumió el control del país tras un golpe de Estado sin derramamiento de sangre. Su hijo, Bashar al-Assad, mantuvo el liderazgo desde la muerte de Hafez en el año 2000 hasta su reciente caída.
El historial de enfrentamientos entre Siria e Israel
Siria e Israel carecen de relaciones diplomáticas y han estado técnicamente en guerra desde 1948, cuando Israel declaró su independencia. Siria, como parte de una coalición árabe, atacó al naciente Estado judío, aunque tras el armisticio de 1949 se estableció una frontera. Sin embargo, Siria nunca reconoció formalmente a Israel.
En la Guerra de los Seis Días de 1967, Siria atacó nuevamente, lo que llevó a Israel a capturar los Altos del Golán, territorio posteriormente anexado unilateralmente por el Estado judío. En 1973, durante la Guerra de Yom Kippur, Siria volvió a lanzar una ofensiva que fue rechazada tras un avance inicial. Finalmente, en 1974, se firmó un acuerdo de retirada que estableció zonas desmilitarizadas entre ambos países.
A pesar de la caída del régimen de Assad, que gobernó por más de cinco décadas, persisten las tensiones entre ambos estados. Aunque algunos observadores ven en este cambio una oportunidad histórica para mejorar las relaciones, la posibilidad de un vacío de poder en Siria plantea el riesgo de una mayor inestabilidad y el resurgimiento del terrorismo en la región.