El líder Recoletas fue claramente superior a un Recoletas Zamora que ofreció ayer su mala versión y en ningún momento dio la impresión de ser capaz de, al menos, ponérselo difícil a un rival que a este paso se va a pasear en su camino hacia la Liga Endesa. Tan sólo en el último cuarto, las naranjas parecieron entrar en el partido pero su remontada fue tardía y ya solo sirvió para maquillar el marcador final (64-74).
Estaba visto que iba a ser un partido a cara de perro y, de hecho, ya desde los primeros compases, las polémicas arbitrales fueron protagonistas en ambos banquillos, con un Ricardo Vasconcelos muy centrado en el desarrollo del partido y en las protestas a los árbitros. Y Leganés comenzó tomando la iniciativa con un 0-4 aunque la entrada en cancha de Sara Polleros permitió al Zamarat ponerse por delante en el marcador por primera vez y el primer cuarto se agotó en esta tónica de toma y daca entre dos equipos que se conocen muy bien aunque disponen de armas bien distintas.
Pero las naranjas no eran capaces de encontrar la tecla para frenar el gran juego exterior madrileño y el Leganés comenzó a cobrar ventajas significativas hasta irse a 17-26 en el minuto 15. Apretó entonces en defensa el equipo naranja y logró que su rival agotase una posesión, aunque un error absurdo significó una pérdida que hizo inútil el esfuerzo (17-28). Presionaban en toda la cancha las zamoranas que pasaban por sus peores momentos de concentración. Zoe Hernández rompió los cinco minutos sin anotar de su equipo para poner el 19-28 pero un triple inverosímil de Irene Lahuerta arruinó de nuevo los esfuerzos zamoranos y Vasconcelos pedía tiempo muerto a 2´21 del descanso (19-31). Necesitaba enfriarse en el descanso el Zamarat y se fue al vestuario con 19-36.
Y vaya si reflexionaron las naranjas ya que regresaron a la pista con dos triples seguidos de Joana Soeiro y Aina Martin (25-38), parecía que las cosas podían cambiar pero Leganés no se arrugó y poco después era Ricardo Vasconcelos el que tenía que pedir tiempo muerto con 27-46 que parecía ya definitivo pese a que quedaban quince minutos por delante.
No funcionaba nada en las filas zamoranas y su rival no tenía problemas para mantener sus claras ventajas sin hacer nada del otro mundo. Tan sólo Aina Martín parecía centradas anotando cinco puntos seguidos, el resto del equipo no comparecía por ninguna parte. Presionaban a lo loco por toda la cancha pero era Cristina Bermejo la que terminaba anotando plácidamente; Zoe Hernández anotaba un triple y Clara Rodríguez anotaba sobre la bocina de la posesión madrileña. Y nada cambiaba mientras varias jugadoras se dedicaban a discutir cuando Vasconcelos las sentaba.
El tercer cuarto sirvió para que el marcador se fuera a 40-61 y el útlimo periodo no fue otra cosa que un correcalles que ya no solucionó nada. Las zamoranas apretaron un poco y llegaron a acercarse a seis puntos en el marcador y las madrileñas dieron muestras de nerviosismo pero era ya demasiado tarde para dar la vuelta al partido.