1. Los comienzos de Krysten Ritter
  2. El gran salto
  3. Jessica Jones
  4. Una multifacética estrella en la actualidad

Krysten Ritter es una actriz, modelo y artista musical de Estados Unidos, cuya trayectoria ha progresado considerablemente desde sus inicios en el sector del entretenimiento hasta transformarse en una personalidad sobresaliente, particularmente reconocida por su rol como Jessica Jones en el Universo Cinematográfico de Marvel. Su transformación, ya sea física o profesional, manifiesta su resolución de sobresalir en un entorno competitivo y en permanente evolución.

Los comienzos de Krysten Ritter

Krysten Alyce Ritter tuvo su primera existencia el 16 de diciembre de 1981 en Bloomsburg, Pennsylvania. Se desarrolló en un ambiente rural y, en su etapa adolescente, fue hallada por un representante de modelos en un centro comercial. Su incursión en el ámbito del modelaje fue casi casual, pero rápidamente se mudó a Nueva York, donde empezó a colaborar con prestigiosas marcas como Vogue, Chanel y Maxim. A pesar de que el modelaje le brindó oportunidades, Ritter siempre mostró un profundo interés en la actuación.

Cuando Krysten empezó su carrera como actriz, tuvo roles mínimos en series como Veronica Mars y Gilmore Girls. Aunque sus apariciones eran cortas, su singular personalidad y estilo empezaron a captar la atención. En esa época, su aspecto se distinguía por su estilo fresco, joven y desenfadado. Con su pelo oscuro de manera natural y su delgada complexión, Krysten representaba la imagen de una modelo que aspiraba a diversificarse en el sector actoral.

El gran salto

La transformación más relevante en la trayectoria de Ritter se produjo con su rol en la exitosa serie Breaking Bad, en la que desempeñó el papel de Jane Margolis, una joven artista y adicta que establece una relación complicada con Jesse Pinkman. Su desempeño como Jane fue intenso y emotivo, marcando un punto de inflexión en su trayectoria profesional. Este rol no solo evidenció su habilidad para la dramatización, sino que también marcó un cambio radical en cómo la industria la veía.

Desde aquel momento, Ritter empezó a concentrarse en roles más complejos y retadores. En este punto, su cambio físico y estilístico se puso de manifiesto. Adoptó una apariencia más sofisticada y arriesgada, con su peculiar cabello negro azabache que se transformó en su estilo personal. Su estilo se transformó hacia una representación más sofisticada y madura, lo que evidenciaba su cambio de ser actriz secundaria a ser protagonista.

Jessica Jones

En 2015, Krysten Ritter logró fama mundial al desempeñar el papel de Jessica Jones en la serie de Netflix titulada Jessica Jones, inspirada en los cómics de Marvel. Este rol estableció su posición como una de las actrices con mayor habilidad de su generación. Jessica Jones es un personaje complicado: una investigadora privada con habilidades extraordinarias que lucha contra traumas de su pasado y una personalidad enérgica y potente.

Para este rol, Krysten no solo necesitó prepararse a nivel emocional, sino también a nivel físico. Adoptó un régimen de entrenamiento intensivo para representar la fuerza de su personaje, aunque su cambio no fue radical, dado que siempre ha conservado una figura elegante y sana. Aparte de lo físico, Ritter demostró una intensidad emocional que pocos actores pueden expresar, logrando el reconocimiento de críticos y seguidores de manera equitativa.

En lo que respecta a estilo, su aspecto como Jessica Jones destacó una representación sombría y minimalista, que resonaba con su papel. No obstante, fuera del set, Krysten continuaba sobresaliendo por su sofisticación en alfombras rojas, eligiendo patrones contemporáneos que destacaban su singular personalidad.

Una multifacética estrella en la actualidad

Además de su trayectoria como actriz, Ritter ha incursionado en otras áreas de la arte. En 2017, lanzó su primera obra literaria, Bonfire, un thriller psicológico que obtuvo críticas favorables, fortaleciendo así su posición como autora. En entrevistas, ha señalado que la escritura le brinda la oportunidad de manifestar su creatividad de una forma diferente a la actuación.

Respecto a su desarrollo personal, Krysten ha expresado de manera franca el balance entre su vida laboral y su función de madre. En 2019, recibió a su primer hijo, y desde ese momento, ha reflexionado sobre cómo la maternidad ha transformado su visión de la vida.
 

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