Podemos amenaza con tumbar el impuesto al diésel que el Ministerio de Hacienda pretende traer antes de final de año por la vía del real decreto si no se aprueba un impuesto a las energéticas, la condición que pusieron para seguir apoyando al Gobierno en el Congreso. El partido, que tiene cuatro votos en el Congreso necesarios para la mayoría de investidura, avanza que no apoyará una subida de impuestos al diésel, que afecta «a los trabajadores de nuestro país» mientras no se dé continuidad a la carga fiscal para las grandes empresas energéticas.
Hacienda está ya trabajando en un real decreto ley para subir el impuesto al diésel para aprobarlo antes de final de año en Consejo de Ministros, pero fuentes de Podemos trasladan que sus diputados no apoyarán esta medida «si este gravamen se desliga del impuesto a las grandes energéticas que el PSOE se comprometió a aprobar con Podemos». De esta manera, la falta de acuerdo con los socios de Gobierno sobre el impuesto a las energéticas amenaza con bloquear también el impuesto al diésel, que no podrá ser convalidado en el Congreso sin los votos de Podemos.
Y lo cierto es que el impuesto a las energéticas está en estos momentos en vía muerta, después de que Hacienda convocara el miércoles a sus socios de investiduras a una reunión donde se constató la imposibilidad de llegar a un acuerdo y donde el Gobierno avanzó su intención de prorrogar por decreto este impuesto para cumplir los acuerdos firmados con ERC, Bildu y Podemos.
Al encuentro ni siquiera se presentaron PNV ni Junts, que muestran su rechazo frontal a dar continuidad a este impuesto, que se creó de forma extraordinaria en 2022 ante la crisis inflacionista por la guerra de Ucrania. Es más, desde el partido nacionalista vasco han avanzado que rechazarán cualquier decreto que incluya esta figura impositiva: «No nos temblará el pulso«, advirtió el portavoz jeltzale a María Jesús Montero en un encuentro que tuvieron este jueves en el Congreso.
La subida del impuesto al diésel ya se incluyó en una enmienda en la reforma fiscal del Gobierno, donde se planteaba subir 11 céntimos/litro el diésel para desincentivar su consumo, algo que afectaría al 52% de los usuarios automovilistas que tienen este tipo de coche. Pero esa enmienda decayó en el trámite parlamentario precisamente por la oposición de Podemos, que votó junto a PP y Vox para rechazarla.
En su momento este sentido del voto se achacó a un error, pero ahora los morados están dispuestos a emplear este impuesto al diésel que Hacienda quiere sacar vía decreto para hacer palanca y lograr el impuesto a las energéticas.
«Inaceptable» e «injusto»
«Es simplemente inaceptable que el Gobierno plantee una subida del impuesto especial de hidrocarburos mientras que no avanza en la aprobación del impuesto permanente a las empresas energéticas», señalan fuentes de Podemos, que precisan que «el impuesto al diésel es un impuesto indirecto que asumen fundamentalmente las clases trabajadoras de nuestro país».
En este sentido, desde Podemos denuncian que «es enormemente injusto cargar los costes de la emergencia climática sobre los hombros de la gente, al mismo tiempo que se permite a las grandes empresas energéticas, principales responsables de la contaminación, irse de rositas». «No se hará, desde luego, con los votos de Podemos», zanjan.
