La tradicional cena de empresa de Navidad es el momento más amado/odiado por los trabajadores. Un buen lugar para limar asperezas con los compañeros de trabajo, crear nuevas amistades o la situación ideal para empezar un amor de oficina que sea la comidilla del resto de la empresa. No obstante, los autónomos no tienen la posibilidad de poder disfrutar/padecer este entrañable momento.

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