La inflación se aceleró seis décimas en noviembre, mes en el que el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 2,4% en tasa interanual, según los datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE), consecuencia, principalmente, del encarecimiento de la electricidad y los carburantes.

En concreto, vivienda y transporte fueron los grupos que más destacaron por su influencia en el aumento de la tasa anual. En el caso del primero, su variación anual fue del 7,4%, lo que supone 3,2 puntos por encima. Este incremento fue consecuencia de la subida de los precios de la electricidad, frente a la bajada en el mismo mes de 2023.

En el caso del segundo grupo, la tasa anual aumentó dos puntos, pero los precios cayeron un 1%. Este comportamiento se debió, en su mayor parte, a la subida de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, frente a la bajada en noviembre del año anterior.

Por su parte, excluyendo los alimentos no elaborados y los productos energéticos, la tasa de inflación subyacente disminuyó una décima y se situó en el 2,4%.

Por CCAA, el IPC registró tasas anuales positivas en todas ellas. País Vasco presentó la tasa más elevada (2,9%), mientras que Castilla-La Mancha registró la más baja (2%).

Por otro lado, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se situó en noviembre en el 2,4%, seis décimas más.

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