Las expectativas eran bajas y se cumplieron. La XXVII Conferencia de Presidentes, la que este viernes acogió el palacio de La Magdalena de Santander, nacía cruzada y no hubo manera de enderezarla. Acabó como se esperaba: sin acuerdos concretos en ninguna de las cuatro carpetas objeto de debate: financiación autonómica —la más sensible de todas—, inmigración, vivienda y sanidad.
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