Mi hijo Teo compite este año en una Liga muy difícil. Por eso, cuando lo llevo a los partidos le insisto mucho en que tiene que esforzarse y divertirse hasta el final, y ayudar al equipo aunque vaya perdiendo y sea cual sea el resultado. Como es un niño muy obediente siempre me hace caso, y luego dice que se lo pasa bien, aunque el otro día añadió «bueno, también me gusta ganar de vez en cuando».

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