La alimentación sigue subiendo de precio. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este viernes la radiografía que confirma y pormenoriza los datos avanzados de inflación que difundió al terminar noviembre. Este pequeño informe actualizado indica que, efectivamente, la vida en general se encareció un 2,4% en noviembre en España (lo que implica que la inflación vuelve a acelerarse), que lo hizo por culpa especialmente del aumento del coste de la electricidad y de los carburantes (que en noviembre de hace un año, se abarataban), y que el segmento concreto de la alimentación sigue incrementando su precio, por mucho que lo vaya haciendo cada vez menos.
En noviembre en concreto, justo a las puertas de la Navidad -una de las épocas donde más se compra, si no la que más-, la cesta de la compra se encareció un 1,4%, en relación con noviembre del 2023. Es cierto que eso supone mantenerse plano en relación con la comparativa de octubre, que reflejó ese mismo 1,7% de encarecimiento, y seguir registrando, consecuentemente, uno de los porcentajes más bajos desde el otoño de 2021, pero también que hacer la compra a 1 de diciembre de 2024 es aproximadamente un 30% más caro de lo que lo era hacerla a 1 de diciembre de 2019.
No es, además, la única partida que se encarece. El INE ha confirmado también que la electricidad y los carburantes fueron los que más tiraron de los precios hacia arriba en noviembre. Y que la inflación subyacente (aquella que no tiene en cuenta los elementos más volátiles, como son, precisamente, los alimentos no elaborados o los productos energéticos) también está en ese 2,4%. En este caso, sin embargo, el dato es una buena noticia: es una inflación una décima menor a la de octubre, y el dato más bajo en años.