Galicia es una comunidad que si por algo destaca es por su naturaleza y ese intenso verde que predomina en sus montes durante todo el año. Con el aumento de las temperaturas, sus playas y sus zonas costeras han ganado terreno frente a la belleza de sus montes, pero aún así nadie puede negar la opulencia paisajística de la comunidad.
Dentro de esas montañas, montes y playas se señala a menudo a los mismos protagonistas, como pueden ser Os Ancares, la Ribeira Sacra o la playa de las Catedrales. Sin embargo, la belleza natural de Galicia va mucho más allá y hay muchos más rincones que pasan por debajo del radar.
Uno de ellos se sitúa en la ría de Arousa, casi a los pies de la desembocadura del río Ulla. Se trata de la isla de Cortegada, a solo 200 metros a nado de la parroquia de Sanitago de Carril, que cuenta con el bosque de laureles más grande de Europa.
El bosque de laureles más grande de Europa está en la ría de Arousa
La isla de Cortegada contiene en su interior el bosque de laureles más grande de Europa, más de dos hectáreas que ocupan la zona norte del islote y que se levantan hasta 13 metros desde el suelo.
Su visita es una experiencia única, pues no solo el bosque de laureles es su atractivo. La exótica zona cuenta también con una antigua aldea que estuvo habitada hasta 1910, momento en que la isla fue donada al rey Alfonso XIII. Allí mismo quiso levantar un palacio que llegó a tener su proyecto ya diseñado, pero finalmente no se realizó.
Con la llegada de la Segunda República, se le expropió, pero Juan de Borbón la recuperó para su dominio en el año 1958, que la vendió 20 años más tarde a la inmobiliaria «Cortegada S. A.». Esta empresa trato de construir en ella una urbanización, pero este proyecto tampoco prosperó gracias al movimiento de los locales en defensa de su patrimonio. Finalmente, tras un lento enfrentamiento judicial, en 2007 volvió a ser de dominio público.
Cabe destacar también que ya desde 2002, la isla de Cortegada formó parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas.