Los pescadores del Mediterráneo podrán salir a faenar “casi los mismos días que este año”, siempre y cuando pongan en marcha medidas para hacer su actividad más sostenible, anunció el Comisario de Pesca y Océanos, la madrugada del miércoles tras cerrar un acuerdo para las cuotas pesqueras de 2025.
“Si se adaptan e implementan las medidas que hemos acordado, [los pescadores en el Mediterráneo] podrá pescar los mismos días, o casi los mismo días, que han pescado este año”, dijo Kadis. El Comisario insistió en que el mensaje es que se podrán pescar los mismo días, habrá las mismas oportunidades “pero de forma mucho más sostenible”.
La propuesta inicial de la Comisión, que el gobierno español había calificado de “inaceptable”, suponía una reducción de los días de faena del 79%, lo que se traducía en apenas 27 días en el mar. Para el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, esto hacía “inviable” económicamente la pesca de arrastre en el Mediterráneo.
Una pesca más sostenible
Para la Comisión, dijo Kadis, era importante lograr un acuerdo que fuera “equilibrado y responsable”, que respetara al mismo tiempo la legislación vigente y las recomendaciones científicas. Para eso, se han aplicado los mecanismos de compensación que permitirían ampliar el número de días de faena, al tiempo que “se protege a los juveniles e incentiva la selectividad”.
“Los pescadores se podrán beneficiar de un incremento sustancioso de días de pesca”, explicó Kadis, si cumplen con prácticas más selectivas, ampliar las zonas cerradas a la pesca, y utilizan herramientas más innovadoras. En total existen doce medidas de este tipo. Si los buques las aplican todas, pueden alcanzar “una reducción cero” de días de faena, confirmó el Comisario.
En un comunicado, el Consejo precisó que «en lo que respecta al Mediterráneo occidental, los ministros acordaron reducir el esfuerzo pesquero de los arrastreros en un 66% en aguas españolas y francesas y en un 38% en aguas francesas e italianas para proteger las poblaciones demersales, teniendo también en cuenta el impacto socioeconómico en las flotas».
El comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, aseguró en una rueda de prensa posterior a la reunión que «para incentivar prácticas sostenibles que protegen los alevines e incrementan la selectividad» en el Mediterráneo se acordó un mecanismo de compensación «que también aliviará el impacto socioeconómico» de la reducción en los días de pesca. En ese sentido, explicó que los pescadores pueden beneficiarse de un incremento «sustancial» del número de días en que salen al mar a pescar «si se comprometen con la selectividad» (la capacidad de los métodos de pesca de seleccionar los peces y tamaños deseados), con el cierre a la pesca de áreas de mar y con el uso de instrumentos de pesca «innovadores». Como ejemplo, dijo que si un barco usa mallas de 15 milímetros bajo ciertas condiciones puede recibir un 50% más de días de pesca. Indicó que el mecanismo de compensación incluye en total doce medidas como esa. Añadió que esas doce medidas se pueden acumular y que si un barco utiliza todas ellas puede pescar «los mismos días o casi los mismos días que pescó este año».
Esto ya ha ocurrido en el pasado. Este año, España logró una una mayor asignación para la flota pesquera de arrastre, a cambio de tomar medidas. En particular, se estableció una parada de cuatro semanas en el litoral para la protección de los juveniles de merluza, y una veda a más de 800 metros de profundidad. Los armadores podían optar también por usar una malla más selectiva o puertas voladoras, que no tocan el fondo marino. Consciente de que esto supone una inversión, la Comisión anunció que podrá a disposición de los pescadores ayudas en el marco del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura.
Primeras reacciones
El ministro Planas no valoró ante la prensa el acuerdo al término del Consejo pero sí se reunión con algunos representantes del sector que se encontraban en Bruselas. Ellos no están contentos el resultado de la negociación. ”Nos encontramos con un nuevo giro de tuerca al sector pesquero del Mediterráneo”, dijo Javier Garat secretario general de la Confederación Española de Pesca, «para poder mantener los días de pesca habrá que hacer un esfuerzo adicional, que no todos podrán cumplir». Además, Garat lamentó que se reduzca las posibilidades de pesca de gamba roja en un 10%.
Garat añadió que se trata de «un reglamento complejo que requiere un estudio sosegado» y quedan flecos por negociar con la Comisión, en particular en lo referente a las ayudas para finnaciar las nuveas redes o el uso de puertas voladoras. «En definitiva, tendrá consecuencias sociales y económicas en el sector pesquero del Mediterráneo. Veremos cuántos logran sobrevivir», lamentó.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo, Kadis tuvo unas palabras para los pescadores a los que agradeció los esfuerzos de los últimos cinco años. “Sé que no es fácil, y dado que la mortalidad sigue siendo muy alta en algunas especies, seguimos pidiendo a los pescadores que hagan esfuerzos. Pero las soluciones acordadas hoy, combinadas con los fondos europeos, contribuyen a limitar al máximo posible el impacto socio-económico”, dijo el Comisario.
El acuerdo se logró al filo de la media noche, tras una larguísima jornada de contactos, y consiguió el respaldo unánime del Consejo. Para el ministro húngaro, István Nagy, que capitaneó las negociaciones, el texto refleja el equilibrio entre permitir que los pescadores continúen con su actividad y que se preservan los ecosistemas marinos. La incógnita, tras días de huelgas y protestas, es cómo reaccionará el sector.