La comarca de l’Horta Sud recuperó ayer dos puntos claves de la movilidad metropolitana al recuperar el trayecto en Cercanías entre València y Catarroja y la CV-36, el corredor comarcal viario que comunica Picanya con Torrent, Alaquàs y Aldaia, donde se ha habilitado un baipás provisional. Ambas infraestructuras se vieron gravemente afectadas por las barrancada de las ramblas del Poyo y el Pozalet-Saleta provocadas por la dana del 29 de octubre.
La Generalitat también puso en marcha ayer una nueva línea de autobús que conectará Castelló de la Ribera con Alginet, l’Alcúdia, Benimodo, Carlet, Massalavés y Alberic. Un nuevo servicio que se suma a las otras cuatro líneas de la Ribera Alta que sustituyen el servicio de Metrovalencia de la Línea 1, que tardará seis meses en reabrirse.
Los trenes volvieron a circular por las estaciones de Alfafar-Benetússer-Sedaví, Massanassa y Catarroja cuarenta y dos días después de la barrancada en l’Horta Sud, una de las zonas cero de la devastación de la dana del 29 d octubre. Una circulación con la velocidad limitada y con una frecuencia de un tren cada treinta minutos, pero que permite avanzar hacia la «normalidad» de la recuperación a pleno rendimiento del transporte público.
A las 5.55 horas partió el primer convoy desde València a Catarroja y desde esta última localidad hasta el Cap i Casal desde las 6.27 horas. Un avance que el ministro de Transportes Óscar Puente compartió a través de sus redes sociales. «Es bonito ver sonreír a gente que ha sufrido mucho. Valencia va recuperando poco a poco esa sonrisa», aseguraba en un tuit el titular del ministerio acompañado de imágenes de los primeros viajeros que se subieron al tren.
El servicio que se recupera permite cubrir el trayecto en quince minutos frente a la hora y cuarto que se prolonga el trayecto en los autobuses habilitados para sustituir la falta de trenes. «Tenemos muchas ganas de volver a la normalidad»; «es el primer día que voy a València a trabajar desde la dana porque hasta ahora he trabajado desde casa»; «es un milagro que se haya recuperado. El tren apenas tarda quince minutos y en autobús tardaba una hora y cuarto», aseguraban ayer algunos viajeros y viajeras entrevistados por Àpunt para «Les noticies de migdia».
El resto de la línea a Silla aún sigue en obras, así como el tramo hasta Alzira, por lo que los trayectos se seguirán haciendo en autobús entre estas ciudades y València, para evitar dobles transbordos a los usuarios. El inicio de los trayectos entre València y Catarroja supone adelantar doce días la puesta en marcha del servicio ferroviario en estas tres estaciones de l’Horta Sud que estaba prevista para el 22 de diciembre.
Mañana jueves también está previsto reabrir la línea C3 hasta Aldaia. Reparar el resto de la C3 hasta Cheste, Buñol, Requena y Utiel aún tardará «algunos meses» aunque se intentará «acelerar» el proceso, según aseguró ayer en Benidorm el ministro de Transportes, Óscar Puente, donde intervino en la inauguración del II Congreso de la FeSMC-UGT, según informa la agencia Europa Press.
La razón de este periodo más prolongado para recuperar la línea de Cercanías C3 es que en esta zona afectada por la dana del 29 de octubre hay tres viaductos que quedaron completamente destruidos y que cabe reconstruir.
De la C2 (Xàtiva-Moixent) el ministro de Transportes Óscar Puente también informó de las actuaciones que se ultiman. «Último pase de bateo de balasto y alineación de vía. Últimas soldaduras. Pintado estación y limpieza de paso inferior entre andenes . Sólo quedan los últimos trabajos de instalaciones», aseguraba el titular del departamento, junto a imágenes de los trabajos de esta población de la Ribera Alta, otra de las zonas cero de la dana debido al desbordamiento del río Magro.
Baipás provisional en CV-36
La Conselleria de Infraestructuras también restableció ayer la circulación en la CV-36 gracias a un baipás provisional que cruza el barranco del Poyo. Una apertura que permite recuperar por completo los 47,3 kilómetros de carreteras autonómicas cortados tras la riada. «Se trata de la última vía que quedaba pendiente de abrir totalmente de las 18 carreteras de la red autonómica afectadas gravemente por las inundaciones ocurridas en octubre», según informan desde Infraestructuras en un comunicado. Dos puentes de la CV-36 se vieron gravemente afectados por la riada «a su paso por Alaquàs. Uno de los puentes quedó completamente derrumbado, mientras que el otro colapsó en uno de sus tramos».
La directora general de Infraestructuras y Proyectos Urbanos, María José Ruzafa, destacó que, para poder restablecer la circulación en el tramo de las dos infraestructuras afectadas, «se ha construido un vial provisional de 510 metros que cruza el barranco entre Torrent, Alaquàs y Aldaia para permitir el paso de vehículos mientras se llevan a cabo las obras de rehabilitación y construcción de los puentes dañados». Durante las obras se ha tenido que reparar la red de saneamiento, en concreto un colector, además de reforzar las cimentaciones, según explicó la directora general Maria José Ruzafa.
Infraestructuras recuerda que el tráfico diario en este tramo es de 29.000 vehículos. En la zona del puente de la CV-36 confluyen los municipios de Alaquàs, Aldaia y Torrent, y da servicio a los polígonos industriales de Alaquàs y Aldaia.
Las obras en estos viaductos tienen un presupuesto estimado de 12,5 millones de euros. En total, la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio tiene previsto destinar más de 100 millones de euros para la recuperación de varias infraestructuras de titularidad autonómica y de la red local.
Los trenes pararán en la estación de Albal a finales de enero
Albal por fin tendrá en marcha su estación a finales de enero. Así lo anunció ayer el ministro de Transporte, Óscar Puente, a través de su cuenta de X. «La estación de Albal estaba recién construida y aún no se había puesto en servicio. Ha sido, de lejos, la más dañada. Ahora es necesario reponer todas las instalaciones eléctricas. La previsión para entrar en servicio con todas las autorizaciones de la Agencia es finales de enero. No vamos a poder mejorar esa fecha», señala.
Una apertura que confirma el Ayuntamiento de Albal, quien justo antes de que la dana inundara parte del término y devastara la nueva estación, se reunió con Adif quien les manifestó su deseo de abrir a finales de año. Una fecha que no se ha podido mantener precisamente por el estado en el que se encontraba la instalación ferroviaria tras la dana, llena de cañas y escombros, y con visibles daños en su instalación eléctrica.
La llegada de trenes ha sido en gran parte gracias a la gestión del alcalde José Miguel Ferris, quien ha mantenido reuniones además de con Adif, con la delegada de Gobierno, Pilar Bernabé, y con el conseller de Transportes, Vicente Martínez Mus durante este mes, aprovechando la visita de ambos representantes a la zona para conocer los estragos de la dana. «También hemos conseguido que no solo pare la línea C2, València-Xàtiva-Moixent como estaba estipulado en convenio, sino también la C1 València-Gandia. Quiero agradecer la predisposición tanto de la delegada de Gobierno como del conseller, para conseguir que los trenes por fin paren en Albal», explica el alcalde, José Miguel Ferris.
Si no hay cambios, en febrero se culminará con la parada de los trenes un proyecto que se inició en 2019 con una inversión de 6,6 millones de euros por parte de Adif, que ha sufrido varios retrasos. El primero fue que el nivel freático de la zona resultó ser diferente al previsto inicialmente y hubo que adecuar los trabajos e impermeabilizar algunas instalaciones. El segundo fue originado por la renovación de seguridad ferroviaria de la línea Valencia-Xàtiva, línea en la que está ubicada la estación de Albal, que provocó que el proyecto redactado por ADIF quedara obsoleto y hubo que actualizarlo y modificarlo. Unas modificaciones en la hoja de ruta que hicieron que se encareciera el presupuesto inicial, pero que se pudo compensar, ya que previamente se había producido una baja de un millón de euros. La inversión inicial incluía la construcción de la estación, un edificio de viajeros compuesto de dos pabellones, dos andenes, un edificio técnico, viales de acceso y un aparcamiento con capacidad para 120 vehículos.