Crisis de suministro de metilfenidato. Ante el actual desabastecimiento, especialmente en su presentación OROS que permite cobertura de 12 horas, principal fármaco para el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Con la llegada de los exámenes, que está afectando, y mucho, a numerosos menores españoles, quienes están viendo mermado seriamente su funcionamiento en el día a día, así como su rendimiento académico.
Es difícil abordar esta situación hoy en día y son muchas las familias que se sienten desamparadas
La doctora Rocío Sánchez-Carpintero Abad, presidenta de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), explica que «es difícil abordar esta situación hoy en día y son muchas las familias que se sienten desamparadas».
Por eso, desde la SENEP «queremos recordar que la terapia farmacológica es una de las principales vías de tratamiento para el TDAH, si bien también son clave el apoyo escolar y familiar, y la terapia cognitivo-conductal».
Así, es fundamental hacer hincapié en las medidas en materia educativa que aportan los neuropediatras a las familias con menores con TDAH.
- “Es necesario extremarlas ante la ausencia de las dosis habituales de esta medicación, tan fundamental en este contexto para los niños con TDAH”.
La Sociedad Española de Neurología Pediátrica «lleva meses alertando a las autoridades sanitarias sobre el desabastecimiento de este fármaco. En octubre enviamos una carta de alerta dirigida al Ministerio de Sanidad, así como a todos los grupos parlamentarios».
La SENEP «apoya las recomendaciones publicadas por la AEMPS a este respecto, aunque las considera insuficientes, y por eso también considera imprescindible en esta ocasión, y dada la situación tan desalentadora para muchas familias tener en cuenta que:
- La eficacia y tolerancia no es igual en todas las formulaciones de metilfenidato, por lo que se debe facilitar cambio a otros medicamentos como atomoxetina o lisdexanfetamina.
- Algunos pacientes con metilfenidato de liberación prolongada no tienen opción de tomar dos medicaciones en horario escolar y su cumplimiento puede verse comprometido».
El metilfenidato ayuda a los menores a poder mantener sus rutinas y controlar su impulsividad
Cómo afecta el desabastecimiento de metilfenidato a los pacientes con TDAH
La especialista recalca que el metilfenidato «representa en la actualidad una de las principales líneas de tratamiento para este trastorno del neurodesarrollo«, sobre el que “recae notable evidencia científica en cuanto a seguridad, y eficacia”.
Este principio activo ayuda a los menores a poder mantener sus rutinas, así como a controlar su impulsividad, y a poder mantener un buen rendimiento académico.
La doctora Sánchez-Carpintero Abad «les permite trabajar los hábitos que luego quedan para toda la vida, incluso cuando ya no toman medicación».
Y es que, «muchos niños con TDAH si no toman su medicación no pueden controlar sus síntomas, y no son capaces de avanzar en sus estudios, aparte de que les puede interferir en su relación con la familia o incluso con otros menores; impactando todo ello en su autoestima».
- «Les sirve para no distraerse tanto, tener menos actividad inútil, para reducir su impulsividad. Gracias al metilfenidato pueden concentrarse mejor en su día a día, y ahora especialmente en los exámenes”.
Recomendaciones de los expertos para las familias
Frente a la «alarmante» ausencia de las dosis habituales de metilfenidato, entre las recomendaciones de la SENEP dirigidas a las familias con hijos con TDAH de cara a estos próximos exámenes figuran:
- Tener claro que la terapia farmacológica es una de las principales vías de tratamiento para el TDAH, pero también son clave el apoyo escolar y familiar, y la terapia cognitivo-conductal.
- Mantener una rutina de estudio, que este sea un hábito fijo y diario.
- No dejar el estudio para el final. Dedicar todos los días un rato.
- A la hora de estudiar, que la mesa esté despejada, sin distracciones; y colocada frente a una pared, no al lado de una ventana o una estantería que puedan despistar al estudiante.
- Debe propiciarse un ambiente tranquilo, sin ruidos ni distractores a la hora de que el menor se siente a estudiar.
- Lo idóneo es que haya una persona supervisora detrás del menor que le ayude a estudiar con metas cortas; por ejemplo, unos 25 minutos, y a mantener otros 5 minutos de descanso en intervalos, según las edades.
- Que el menor tenga todo lo que debe hacer y estudiar en una agenda.
- La noche anterior ayudarle a revisar que tiene la mochila completa.
- Para controlar en estos días la impulsividad de los alumnos sería idóneo la retirada de la escena a tiempo, cuando el menor nota que empieza a ponerse más nervioso de lo habitual.
- Intentar evitar aquellas situaciones que puedan descontrolar al menor.
- A los padres, intentar tener más paciencia de la que se tiene habitualmente, evitando en lo posible gritarles y cuando os dirigís a ellos aseguraros de que os están escuchando, haciendo que os miren, y transmitiendo mensajes claros y breves.
- Trasladar al maestro que el menor no está recibiendo su medicación habitual de metilfenidato para que lo puedan tener en cuenta en las clases y en las evaluaciones.