Desde la tarde del lunes están teniendo mucha repercusión las declaraciones de una de las familiares de una víctima de la riada que causaron las lluvias torrenciales de la DANA del pasado 29 de octubre.
Rosa María perdió a su padre. Ella estuvo presente en el interior de la Catedral de Valencia en la ceremonia en la que se rindió la homenaje a las 222 víctimas mortales que dejó esta tragedia. Allí recibió el consuelo y apoyo del rey Felipe VI y de la reina Letizia.
«Era lo que yo quería»
Precisamente la Reina se detuvo y dedicó algo más de tiempo a Rosa María, con la que intercambió varias palabras. La afectada agradecía ante las cámaras haber podido hablar con la Reina y matizaba: «más que como Reina, como Letizia Ortiz Rocasolano, que era lo que yo quería».
«Si yo pudiera hablar…»
Rosa María afirmaba que, al preguntarle a doña Letizia, si pensaba que los sucedido se debía exclusivamente a una catástrofe de origen natural o si había existido negligencia, la Reina le contestó: «Si yo pudiera hablar…».
Acto seguido le habría explicado que en su condición de reina consorte no podía pronunciarse en según que asuntos.
Un gran error
«Ella no estaba allí como Letizia Ortiz. Estaba como la esposa del rey Felipe VI, reina consorte»
La periodista Carmen Duerto, experta en Casa Real, lo tiene claro. Desde el primer momento calificaba la respuesta de la reina Letizia como una equivocación y expresaba: «¡Por Dios, qué error más grande!».
La periodista argumentaba lo que acababa de expresar en que, de haber pretendido dialogar con las víctimas desde la posición de una ciudadana más, debería haberse reunido con las familias de las víctimas en «una reunión de otro tipo». Sin embargo Carmen Duerto consideraba eso como algo «improbable, o imposible, desde hace 21 años», cuando se casó con el entonces príncipe Felipe de Borbón.
«No puede, no puede»
«¡Es imposible! Es Reina todo el tiempo, en actos públicos y en actos privados. No debería haber dicho eso porque da pábulo a pensar otra cosa, que hay algo más», expresaba Carmen.
Insistía en que los hechos supondrían algo «muy negativo», tanto «para ellos (la institución monárquica), como para los demás».
Pese a su anterior profesión de periodista, Carmen aseguraba lo siguiente: «Es imposible, desde hace veintiún años que se manifieste como periodista. Ya no lo es«.
Finalmente recordaba Carmen que «ahora por encima de todo, es 24 horas al día reina consorte del Reino de España, lo quiera o no lo quiera. Y si no lo quiere que renuncie. Pero mientras lo sea tienen que hacer ese papel».
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