Quienes comentamos desde antiguo la hostilidad entre Felipe VI y Pedro Sánchez, hasta el punto de haber sufrido censura por exteriorizarla, aprovechamos cada chispa de la rivalidad desatada entre ambos Jefes para apuntarnos al carro. Porque el primer niño que dijo que el Rey/Presidente estaba desnudo recibió en realidad una soberana paliza, según demuestra el caso de Juan Carlos I. Conviene empezar por el minuto y resultado del duelo sin fin entre los dos cincuentañeros. Ahora mismo, el monarca encabeza la competición personal por un amplio margen, con el matiz de que la vigencia de La Zarzuela depende de que el PSOE siga siendo un partido republicano y monárquico a la vez.

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