Uno de cada tres adultos españoles tiene un nivel bajo o muy bajo en lectura (31%), matemáticas (30%) y resolución de problemas (35%), según el ‘Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de la Población Adulta’ elaborado por la OCDE. De hecho, a tenor de este nuevo estudio que chequea habilidades que actúan como «palanca para asegurar la prosperidad tanto en la esfera pública como profesional de los individuos y sociedades contemporáneas», las competencias educativas de los mayores de 16 años en España resbalan hacia el furgón de cola de los 31 países estudiados.
La radiografía numérica está ahí. En lectura, la media española es de 247 puntos (por 280 de la OCDE y 259 de la UE). En matemáticas se obtienen 250 puntos (por 263 de la OCDE y 264 UE), mientras que en resolución adaptativa de problemas la brecha se acorta sensiblemente al alcanzar los 241 puntos (por 251de la OCDE y 250 de la UE).
Por contra, en la parte alta de la tabla en las tres competencias evaluadas se hallan los países que habitualmente señorean en los ránkings educativos: Finlandia, Japón, Suecia, Noruega y Países Bajos. En el sótano de la clasificación se encuentran Polonia, Portugal y Chile.
Desafíos contemporáneos
Este nuevo estudio de la OCDE, realizado entre 2022 y 2023, ha examinado la población de entre 16 y 65 años de 31 países y economías con el objetivo de evaluar las habilidades que constituyen los cimientos para «aprendizaje y la innovación posteriores y, en última instancia, para dar respuesta a las oportunidades económicas y profesionales demandadas en el contexto socioeconómico actual», dice el informe. De hecho, los números señalan que «los adultos más preparados no solo afrontan mejor las complejidades de la vida moderna», sino que presentan un mejor estado de salud, viven con mayor satisfacción su vida, participan más en su comunidad, confían más en los demás y, en cuestión de ocupabilidad, logran mejores ingresos y acusan menos el paro.
En este contexto, cabe decir que el 31% de los españoles tiene un nivel bajo o muy bajo en lectura -comprensión de textos breves y sencillos cuando la información está clara-, mientras que apenas un 4% (por un 12% en la OCDE) presenta competencias altas o muy altas. Una radiografía que prácticamente se replica en matemáticas (30% en nivel bajo o muy bajo y 6% alto o muy alto) y en resolución adaptativa de problemas, apartado en el que el 35% de la población se encuentra en el nivel bajo o muy bajo por un 2% con nivel alto o muy alto.
Problemas en la educación inicial
El informe también abunda en problemas ya anteriormente detectados. Si bien es cierto que los adultos de más edad (de 55 a 65 años) tienen un nivel de competencias menor que los jóvenes de entre 25 y 34 años debido al factor edad y a la brecha educativa (18 puntos menos, por ejemplo, en lectura), el nuevo estudio señala en la misma dirección que en los últimos meses ya han apuntado informes como PISA (4º de la ESO) y TIMMS (ciencias y matemáticas en cuarto de primaria): la educación española debe mejorar sus resultados educativos. En este sentido, la distancia respecto a la media de los países estudiados ya arranca desde la formación inicial. Los jóvenes de entre 16 y 24 años obtienen 257 puntos en lectura (270 OCDE), 256 en matemáticas (270 OCDE) y 249 en resolución de problemas (262 OCDE).
Género y origen
En todos los países, un mayor nivel de estudios se asocia a un mayor dominio de la lectura, las matemáticas y las habilidades para resolver problemas. Por ejemplo, en España, la población con estudios superiores obtiene 26 puntos más en lectura que quienes han cursado la secundaria superior, la misma distancia que separa a este grupo respecto a los del nivel educativo inferior.
El informe apunta a otras variables no tan obvias. Por ejemplo, por género, las mujeres obtuvieron puntuaciones llamativamente inferiores en matemáticas (10 puntos, la misma media que la OCDE), mientras que en lectura y problemas la fluctuación no fue significativa.
No obstante, la gran brecha, como vienen apuntando informes anteriores, se da entre población migrante y no migrante. En España, los nacidos en el extranjero de padres extranjeros obtuvieron 36 puntos menos en competencia lectora, 38 menos en matemáticas y 30 menos en resolución de problemas que los adultos con familias españolas. Una distancia, cabe decir, inferior a la media de los países de la OCDE (46, 40 y 34 puntos respectivamente). De hecho, el estudio apunta a que, respecto a 10 años atrás, cuando se realizó el último informe en el que participó España, el rendimiento en matemáticas habría mejorado de no ser por los cambios demográficos que han tenido lugar desde entonces, ya que la población extranjera ha aumentado seis puntos.
Desajustes en el mercado laboral
El informe también ha detectado que en la OCDE un grueso significativo de trabajadores están desajustados en sus puestos de trabajo. En España, un 22% de los asalariados están sobrecualificados para las tareas que desempeñan (23% OCDE), mientras que otro 8% presenta baja cualificación. (9% OCDE). Además, alrededor del 6% admite que algunas de sus competencias (sobre todo conocimientos informáticos) se encuentran por debajo de lo que requeriría su puesto de trabajo. Y un punto ciego más de este desajuste: el 43% de los asalariados (5 puntos más que la OCDE) presentan una especialidad que no es clave en su puesto de trabajo.