El fiscal Salvador Viada se ha ratificado ante el magistrado del Tribunal Supremo Ángel Hurtado en que vio al fiscal general, Álvaro García Ortiz, y a la teniente fiscal del Supremo, Ángeles Sánchez Conde, conversando y comprobando un teléfono móvil mientras se producía el registro del despacho del responsable máximo del ministerio público y se procedía a la intervención de todos sus dispositivos para intervenir sus conversaciones entre el 8 y el 14 del pasado mes de marzo.
La citación de Viada como testigo se sumabba a la orden del juez Hurtado de conservar las imágenes de la fiscalía que apuntaban al despacho donde los responsables del ministerio público fueron vistos conversando durante el transcurso de la diligencia, algo que el testigo ha considerado que «no es ético» e impropio de cómo deben interactuar los fiscales y los imputados durante un registro, aunque en este caso este último fuera el propio fiscal general.
Fuentes fiscales señalaron que este periódico que los dispositivos solo apuntan al exterior del edificio para prevenir robos, no al interior, y que la conversación y supuesta manipulación del teléfono móvil se habría producido después de que los agentes de la UCO de la Guardia Civil que participaron en los registros devolvieran su terminal a García Ortiz.