A estas alturas, uno podría esperar que la típica noticia que salta de vez en cuando anunciando que un deportista se ha convertido en el mejor pagado del mundo, o que ha firmado el mayor contrato, llegaría de Arabia Saudí. Pero no, lo petrodólares todavía no han llegado a romper esa barrera, al menos en cuanto a las cantidades totales se refiere. Y no lo han hecho porque en Estados Unidos se sigue estilando otra forma de hacer las cosas que mantiene el pulso lucrativo a la hora de contratar estrellas, sobre todo en deportes en los que no tiene competencia.

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