Néstor, Sara, Carlos, Aitana, Javier, Yeray, José Miguel y Cristina son nombres propios del tejido científico de Canarias que han sido reconocidos por la Fundación Disa a través de sus Premios a la Investigación Biomédica. En su octava edición, la entidad ha destinado una cuantía total de 198.614 euros que se repartirá entre los equipos premiados. Los ocho investigadores, en representación de sus grupos, recogieron el premio este lunes durante la entrega de galardones celebrada en la sede de Presidencia de Santa Cruz de Tenerife.
Estas ayudas tienen por objeto financiar proyectos dirigidos a la investigación de enfermedades o aspectos concretos de las mismas, así como técnicas de diagnóstico o terapias específicas. Este año, se han presentado 42 proyectos, siete más que la edición anterior. La mayoría, relacionados con la investigación en materia oncológica, que lideró las áreas de estudio planteadas, seguida de cerca por las enfermedades raras en niños.
Los ocho proyectos seleccionados tienen que ver con la investigación de fibrosis pulmonar, insuficiencia cardiaca, diabetes gestacional, tumores ginecológicos, ELA, leucemia, hiperoxaluria y asma. Asimismo, los grupos premiados realizan sus estudios en seis centros de las Islas: uno en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, dos en el Hospital Universitario de Canarias, otros dos en el Instituto de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de Canarias, otro en el Hospital Universitario Doctor Negrín, otro en el Instituto de Tecnologías Biomédicas y un último trabajo de la Universidad de La Laguna.
El presidente de la Fundación Disa, Raimundo Baroja, destacó que 22 de los proyectos presentados estaban liderados por investigadores menores de 40 años y que seis de ellos han sido reconocidos. «La investigación es mucho más que ciencia, es un acto de fe en el futuro y en la capacidad humana de superar límites. Creemos en esta tarea como base del desarrollo de nuestra comunidad, por eso queremos apoyar la vocación de los científicos canarios», resaltó.
En este sentido, Baroja no solo denunció las dificultades que conlleva ejercer la investigación en España, sino que aplaudió la nueva Ley Canaria de la Ciencia en la que trabaja el Ejecutivo autonómico. «Se trata de un documento necesario para aumentar el desarrollo empresarial y social a través de la creación de nuevos puestos de trabajo en Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i)», subrayó. También resaltó que la «suma de energías» público-privadas es fundamental en esta línea: «Espero que la nueva ley nos impulse a apostar por la ciencia hecha en las Islas, por nuestros profesionales y por nuestra sanidad».
Por su parte, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, confesó que «estamos muy orgullosos de nuestros investigadores, que demuestran que aquí se investiga». Clavijo sostuvo que los científicos premiados son el mejor ejemplo del talento insular, porque con su labor «no solo dan esperanza a muchos pacientes y mejoran su calidad de vida, sino que abren el camino a nuevas vocaciones que nos permitirán construir un mejor futuro para Canarias».
A su vez, recordó que en este mandato, por primera vez, se ha establecido una Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura en la región. «Desde el Ejecutivo estamos decididos a seguir apostando por esta materia con proyectos como este, que han logrado mantenerse en el tiempo, con la constancia que requieren las labores de formación e investigación», argumentó.
En las ocho ediciones celebradas desde 2015, la entidad ha impulsado la labor de 62 proyectos, con una inversión de 1,2 millones de euros. «Solo es un grano de arena, pero confiamos en que esta aportación pueda servirles para desarrollar su talento», aseguró Baroja.
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