El operativo aragonés de emergencias puso fin el pasado 4 de diciembre a cinco semanas de intensos trabajos en Catarroja (Valencia) para ayudar a devolver a la normalidad lo antes posible a uno de los municipios más afectados por la destructiva DANA del pasado 29 de octubre. «Todavía falta para que los vecinos de Catarroja recuperen la normalidad, pero ya se ve la luz al final del túnel», dijo entonces a este diario Jorge Crespo, jefe del operativo aragonés.
Aragón fue la última comunidad en dejar sus labores de auxilio y reconstrucción en Catarroja, aunque ya avisaron de que la colaboración no era un punto y final. «No dejamos de ser una comunidad vecina y seguiremos en contacto. Cualquier ayuda puntual que necesiten, se la prestaremos», afirmaba el propio Crespo, explicando que los trabajos ya entraban en otra fase que no se corresponden a la propia de los servicios de emergencia.
Una vez culminado este hito, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha querido animar a los aragoneses a llevar adelante una iniciativa popular de reconocimiento hacia este cuerpo a través de un «aplauso colectivo» en forma de vídeo.
«Solo tienes que grabarte 15 segundos aplaudiendo, en horizontal, y mandarlo por WhatsApp al 722 61 78 98 antes de mañana [por este próximo miércoles 11] a las 22 horas. Nosotros se lo haremos llegar, en forma de aplauso colectivo, en un homenaje el próximo 17 de diciembre. ¿Te animas?», expresa Azcón en un vídeo compartido en su perfil oficial de X.
Será ese martes 17 cuando la DGA otorgue en el Palacio de Congresos la Medalla de Aragón a más de 300 personas, entre los que están «particulares, voluntarios, empresas y servidores públicos aragoneses» que se desplazaron a Catarroja para auxiliar a la población afectada por la DANA.
«Todos ellos demostraron la excelencia, la solidaridad, la generosidad y fueron mucho más allá del cumplimiento del deber, con un trabajo constante y abnegado», explicado este martes la vicepresidenta y portavoz de la DGA, Mar Vaquero. El vídeo será un momento más de un acto que promete ser más que emotivo.