Se acordarán de aquel Nàstic-Málaga, la vuelta de la final del ascenso a Segunda División. Terminó con final feliz para el conjunto blanquiazul, que logró el empate en el tiempo añadido de la segunda parte de la prórroga y consumó su regreso a la categoría plata un año después de descender.
El desenlace del partido fue muy cruel para un Nàstic que mereció el ascenso tras marcar dos goles en inferioridad por la expulsión de Nacho. El colegiado, Eder Mallo Fernández, recogió en el acta varios puntos que acarrearían más de una importante consecuencia disciplinaria al club tarraconense.
Ahora, prácticamente seis meses más tarde, una investigación de la agencia de detectives Método 3, que publica La Vanguardia, concluye que el árbitro que dirigió el Nàstic-Màlaga actuó premeditadamente para perjudicar al Nàstic.
La citada agencia ha encontrado pruebas que confirman que Eder Mallo Fernández pactó beneficiar al Málaga a cambio de subir de categoría, quintuplicando, así, su sueldo anual hasta los 100.000 euros. De hecho, el Nàstic lo sospechaba desde el primer momento y es por ello que ahora ha presentado una querella criminal contra él. Se trata, por cierto, de una decisión sin precedentes y el equipo tarraconense se convierte en el primer equipo del país en presentar una querella criminal contra un árbitro.
LAS GRABACIONES DESMIENTEN EL ACTA
El club catalán acusa al colegiado de un delito de falsedad documental gracias a los audios y a los varios testigos que contradicen el acta de Mallo Fernández. Denunció amenazas de muerte y dijo que había «temido por su integridad física» porque directivos y propietarios de Nàstic abrían la puerta de su vestuario y lo insultaban. Los Mossos, sin embargo, ya confirmaron en ese momento que no hubieron amenazas y que no se vio comprometida su integridad física.
De la conversación registrada entre un detective y el colegiado, el club mantiene que desmiente el acta por lo que declaró: «Yo les dije a estos que como entren nos tenemos que pegar, si no quedaremos aquí como tontos, y dijo, no, aquí no entra nadie«. Consideran que estas de palabas se extrae que no tenía miedo: «Sabia que nadie entraría [al vestuario], ni Dios». Además, Mallo Fernández añade en la grabación que fue una situación «que no es agradable, pero ya está».
DECISIONES POLÉMICAS DURANTE EL PARTIDO
El Nou Estadi de Tarragona vivió una tarde de altibajos aquel 22 de junio de 2024. El Nàstic le había conseguido dar la vuelta a ese 2-1 en contra de la ida, marcando dos goles con un futbolista menos. De hecho, aquella expulsión fue la primera jugada polémica del encuentro.
El Málaga recortó distancia en la segunda mitada de la próroga y, con el 2-1, el Nàstic ‘explotó’ cuando Mallo Fernández paró el juego por el lanzamiento de pelotas desde la grada, porque creían que enfrió el ritmo del partido de forma innecesaria y premeditada.
Se reanudó el partido y, en una de las últimas jugadas de la eliminatoria, el Málaga anotó el gol del empate y acabó con el sueño del Nàstic.