El sector industrial mira el futuro con cierta congoja. Aunque España va bien, el estancamiento alemán, las dudas en torno a Francia, la presidencia de Donald Trump, el mal de altura bursátil y la crisis del automóvil son factores suficientes para desestabilizar tranquilidades y hacer que la inversión y las confianzas se resientan. Por ello, las empresas industriales internacionalizadas han presentado su posición sobre el Informe Draghi a través de un documento que «define los pasos para reforzar la competitividad y sostenibilidad de la industria europea» y donde quiere destacar la «urgencia» de implementar las medidas que mitiguen esos entornos de incertidumbre que parecen enquistados.
La asociación de las empresas industriales internacionalizadas (Amec) y las empresas que la integran respaldan las propuestas del informe Draghi y resaltan la importancia de elevar el tamaño de las empresas, sea por fusiones o adquisiciones, además de crear nuevos instrumentos financieros que permitan el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
Joan Tristany, director general de Amec, considera que «la industria ha sido siempre el motor de crecimiento y prosperidad en Europa, y su transformación es clave para contribuir de forma relevante al mantenimiento del sistema social europeo». Por ello, resalta que «Europa no puede permitirse el lujo de llegar tarde una vez más. Estamos compitiendo en un escenario global implacable, y el futuro de la industria europea está en juego. Las empresas ya están tomando parte, pero necesitamos una Unión Europea que actúe con rapidez, visión y determinación».
Reducir la burocracia
El informe de Amec, una institución que trabaja de manera efectiva en dotar de información y datos de la evolución de la economía internacional para que las empresas dispongan de elementos para elaborar estrategias, considera que es necesario mejorar la productividad como clave para supervivencia en un mercado cada vez más competitivo y rodeado de incertidumbres. Tristany vislumbra que Europa sigue rezagada en productividad frente a gigantes como Estados Unidos o China, y que uno de los factores que es necesario mejorar es la burocracia. Abogan por ello el eliminar barreras al mercado único y canalizar recursos hacia la digitalización y la industria 4.0. Según Tristany, «las empresas industriales necesitan políticas que apoyen la inversión en innovación tecnológica y especialmente, una reducción de la burocracia. Hoy, dedican una cantidad considerable de tiempo a procesos administrativos, cuando esos recursos podrían orientarse hacia actividades innovadoras que generen verdadero valor».
Objetivos de sostenibilidad
Esta renovación industrial y organizativa debe ir aparejada a los objetivos de sostenibilidad ya marcados. Sin embargo, Amec considera que el diferencial negativo de competitividad entre las empresas europeas y las de otras áreas se agrava debido a la velocidad con la que se está implementando la regulación en Europa, donde España lleva la delantera. Las empresas
de Amec piden normas más claras, accesibles y flexibles para convertir la sostenibilidad en ventaja competitiva y no solamente en regulación añadida que resta competitividad frente a competidores de otros países.
Huir del proteccionismo
Frente a la amenaza que supone Donald Trump y sus aranceles, Amec considera que la línea debe acercarse más a los acuerdos como el firmado con Mercosur. «Ceder a tentaciones proteccionistas podría derivar en una carrera de restricciones que solo perjudicaría a Europa, reduciendo su competitividad y aumentando los costes para los consumidores europeos», considera Amec.
Cuestión de personal
Para esta organización empresarial, «la escasez de personal técnico y tecnológico es uno de los mayores obstáculos para el futuro industrial». Las empresas de Amec proponen por ello reforzar la colaboración con el sistema educativo, impulsar vocaciones tecnológicas y promover la inclusión laboral. «Sin talento, no hay transformación industrial posible. Es momento de invertir en las personas con la misma intensidad que en las tecnologías» afirma Tristany.
Cuestión fiscal
En materia fiscal, el sector industrial con presencia internacional aboga por políticas fiscales y un entorno regulatorio adaptado a las pequeñas y medianas empresas. Además de la lógica armonización de normativas entre países, Amec propone una pausa regulatoria que permita a las empresas adaptarse a las normativas vigentes y futuras con los recursos adecuados, aliviando especialmente la presión sobre pymes y las Empresas de Tamaño Intermedio (ETIs).