El sector industrial mira el futuro con cierta congoja. Aunque España va bien, el estancamiento alemán, las dudas en torno a Francia, la presidencia de Donald Trump, el mal de altura bursátil y la crisis del automóvil son factores suficientes para desestabilizar tranquilidades y hacer que la inversión y las confianzas se resientan. Por ello, las empresas industriales internacionalizadas han presentado su posición sobre el Informe Draghi a través de un documento que «define los pasos para reforzar la competitividad y sostenibilidad de la industria europea» y donde quiere destacar la «urgencia» de implementar las medidas que mitiguen esos entornos de incertidumbre que parecen enquistados. 

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