En los años 60, Argentina diseñó el avión IA-58 Pucará para contrainsurgencia, equipado con armamento externo y motores turbohélice avanzados.

Detalles sobre el IA-58 Pucará

  • La Fuerza Aérea impulsa diseño para contrainsurgencia
  • Prototipos posteriores mejoran las prestaciones del diseño
    • Características clave del IA-58 Pucará:
  • Diseño robusto y adaptado a pistas en mal estado
  • Armamento variado y adaptable para misiones múltiples
  • Rendimiento destacado para misiones de ataque y observación
  • Variantes del modelo IA-58 y sus características
    • Otras variantes notables del IA-58:
  • Utilización en conflictos internos y misiones específicas
  • El rol del Pucará en la guerra de las Malvinas
  • Participación del Pucará en la guerra de las Malvinas
  • Los ataques británicos contra los Pucarás
    • Incidentes destacados de la guerra:
  • Destino de los Pucarás tras la guerra
  • Presencia internacional del Pucará
  • Preguntas y respuestas sobre el IA-58 Pucará

La Fuerza Aérea impulsa diseño para contrainsurgencia

Durante la década de 1960, Argentina reconoció la necesidad de contar con un avión específicamente diseñado para misiones de contrainsurgencia. En agosto de 1966, la Fuerza Aérea Argentina presentó una solicitud formal para su desarrollo. En respuesta, la fábrica estatal de aviones propuso un diseño de monoplano de ala baja con dos motores.

Las primeras pruebas comenzaron con una versión sin motor en diciembre de 1967. Los ensayos de planeo se realizaron con éxito y no se identificaron problemas de manejo en el diseño inicial.

En septiembre de 1968, la Fábrica Militar de Aviones (FMA) inició la construcción de un prototipo con motor, que recibió el nombre inicial de “Delfín”. Más tarde, este avión sería conocido como el FMA IA-58 “Pucará”, en honor a las fortalezas de piedra indígenas de la región. Su estructura metálica completa incluía dos motores turbohélice TPE 331 Garrett AiResearch con 904 caballos de fuerza cada uno. En agosto de 1969, el prototipo realizó su primer vuelo con resultados positivos.

Prototipos posteriores mejoran las prestaciones del diseño

Un segundo prototipo se completó en septiembre de 1970, equipado esta vez con motores Turbomeca Astazou XVIG de diseño francés, capaces de generar entre 956 y 988 caballos de fuerza. Las pruebas con estos nuevos motores fueron satisfactorias, lo que llevó a la instalación de los mismos en el primer prototipo y su adopción para el tercer prototipo y las unidades de producción.

El primer prototipo del IA-58 voló el 20 de agosto de 1969, con matrícula AX01, realizó su primer vuelo (privado) de quince minutos bajo el mando del mayor Roberto Starc. Al día siguiente, realizó un segundo vuelo ante las autoridades de la Fuerza Aérea Argentina, de treinta y cinco minutos de duración. (Crédito de la imagen: Wikimedia Commons)

El primer modelo de producción, denominado IA-58A, realizó su vuelo inaugural el 8 de noviembre de 1974. El diseño contemplaba una tripulación de dos personas, sentadas en tándem en asientos eyectables Martin-Baker Mk 6, con el asiento trasero elevado para mejorar la visibilidad. Además, la ubicación de la cabina frente a las alas y cerca del morro del avión ofrecía una excelente visibilidad. Se incorporaron medidas de protección contra fuego terrestre tanto en la cubierta como en la cabina y los motores.

Características clave del IA-58 Pucará:

  • Motorización: Motores turbohélice Turbomeca Astazou XVIG con potencia de 956 a 988 CV.
  • Tripulación: Dos personas con asientos eyectables Martin-Baker Mk 6.
  • Protección: Cabina, motores y cubierta diseñados para resistir fuego terrestre.
  • Dimensiones: Longitud de 14,25 m, envergadura de 14,5 m y altura de 5,36 m.
  • Capacidad de armamento externo: Hasta 1.620 kg distribuidos en pilones bajo las alas y fuselaje.

Diseño robusto y adaptado a pistas en mal estado

Con un fuselaje delgado y una cola en T alta, el IA-58 Pucará se diseñó para operar en condiciones difíciles. El tren de aterrizaje triciclo, largo y resistente, permitía transportar una amplia variedad de provisiones externas sin riesgo de contacto con el suelo. Los aterrizajes y despegues podían realizarse desde pistas cortas, reduciendo la distancia a solo 80 metros mediante el uso de tres cápsulas JATO (Jet Assisted Take-Off).

El avión tenía un peso vacío de 4.000 kg y un peso máximo de despegue de 6.800 kg. Las especificaciones de tamaño incluían una longitud de 14,25 m, una envergadura de 14,5 m y una altura de 5,36 m, lo que lo hacía ideal para operaciones militares en entornos complejos.

Armamento variado y adaptable para misiones múltiples

A diferencia de otros aviones militares, el Pucará carecía de una bodega interna para armas. Todo su armamento, salvo los cañones internos, se montaba en puntos de anclaje externos bajo las alas y el fuselaje. Podía cargar hasta 1.620 kg de armamento, incluidos cohetes, bombas, misiles y cápsulas de cañones.

El armamento fijo consistía en dos cañones Hispano de 20 mm situados bajo la cabina, con capacidad para 270 proyectiles cada uno. También incluía cuatro ametralladoras FN Browning de 7,62 mm, dos a cada lado de la cabina, con 900 proyectiles por arma, lo que le otorgaba una capacidad de fuego significativa para misiones de apoyo y ataque terrestre.

Rendimiento destacado para misiones de ataque y observación

El IA-58 Pucará ofrecía un rendimiento notable para un avión con ala recta y turbohélice, incluso cargando armamento externo que generaba resistencia aerodinámica. Su velocidad máxima al nivel del mar alcanzaba las 310 mph, mientras que, en descenso hacia objetivos terrestres, podía llegar a las 469 mph. Además, su estrecho radio de giro permitía a la tripulación mantener vigilancia constante sobre los objetivos tras los ataques.

El avión tenía un techo de servicio de 10.000 metros y un radio de combate que variaba según la carga útil y los tanques externos. Estaba diseñado para operar en pistas avanzadas con soporte mínimo, gracias a sistemas duplicados, motores de arranque automático y facilidad de acceso a componentes principales.

Variantes del modelo IA-58 y sus características

El IA-58A fue la versión principal de producción, pero se desarrollaron otras variantes. El IA-58B, por ejemplo, integraba aviónica avanzada y cañones de 30 mm en lugar de los cañones de 20 mm estándar. Sin embargo, solo un IA-58A fue adaptado a esta configuración.

El IA-58 Pucará en exhibición con una selección de armamentos y otros suministros debajo de las alas, incluidos tanques de combustible, cápsulas JATO, cohetes, bombas y pilones. (Crédito de la imagen: Wikimedia Commons)

Por otro lado, el prototipo IA-58C eliminó la cabina delantera para instalar un cañón de 30 mm adicional al armamento original. También mejoró las capacidades antihelicópteros, antibuques y de misiles aire-superficie, aunque los planes de producción fueron cancelados por falta de financiación. El IA-58D incluía actualizaciones de aviónica y motores Pratt & Whitney PT6A-62 de 950 hp.

Otras variantes notables del IA-58:

  • El IA-66: equipado con motores Garrett TPE-33-11-601W de 1.000 hp.
  • El AX-04: un prototipo usado para experimentos de transporte de torpedos con fines antibuque.

Utilización en conflictos internos y misiones específicas

El IA-58A demostró ser efectivo en operaciones contra guerrillas armadas, insurgentes y actividades de contrabando de narcóticos. Durante las décadas de 1960 y 1970, Argentina enfrentó una época de agitación política marcada por ataques de fuerzas comunistas y fascistas, protestas y una creciente inestabilidad. En este contexto, el IA-58 fue clave en misiones de apoyo aéreo cercano y en la lucha contra grupos antigubernamentales.

Su participación fue especialmente relevante en la Guerra Sucia, una campaña de contrainsurgencia llevada a cabo por la junta militar a partir de 1976. Los militares usaron al Pucará para atacar posiciones rebeldes en montañas y selvas, lo que lo consolidó como una herramienta esencial para la Fuerza Aérea Argentina.

El rol del Pucará en la guerra de las Malvinas

En abril de 1982, el IA-58 Pucará jugó un papel importante en la guerra por las islas Malvinas y Georgia del Sur, cuya soberanía era reclamada tanto por Argentina como por el Reino Unido. Tras la invasión argentina, se desplegaron fuerzas para fortificar las islas ante una posible respuesta británica.

Debido a las limitaciones de las pistas de aterrizaje en las Malvinas, la Fuerza Aérea Argentina optó por estacionar los IA-58 Pucarás en las islas. Mientras que los aviones de combate a reacción del arsenal argentino no podían operar eficientemente desde esas pistas rudimentarias, el diseño y capacidades del Pucará lo hacían ideal para misiones de ataque terrestre y observación.

Con una fuerza de tarea británica en camino, los Pucarás se convirtieron en una pieza fundamental de la estrategia argentina para defender las islas. Este avión fue diseñado para responder a las necesidades específicas de conflictos de baja intensidad, pero su versatilidad le permitió adaptarse a un conflicto de mayor escala como el de las Malvinas.

Participación del Pucará en la guerra de las Malvinas

El IA-58 Pucará, gracias a su resistente tren de aterrizaje, capacidad de despegue corto y carga útil significativa, fue considerado una solución ideal para operar en las condiciones difíciles de las Islas Malvinas. Su fuselaje estrecho dificultaba que fuera alcanzado por fuego terrestre cuando volaba de frente, y su diseño simple facilitaba su mantenimiento en el entorno remoto y bajo condiciones climáticas adversas.

En total, 24 Pucarás fueron desplegados en las Islas Malvinas, mientras otros permanecieron en posiciones costeras en Argentina como refuerzos. Las bases principales de operación de los Pucarás en las Malvinas incluían Puerto Argentino, Goose Green y Pebble Island.

Los ataques británicos contra los Pucarás

Los británicos, conscientes de las capacidades del Pucará, centraron sus esfuerzos en destruir estos aviones en tierra. El 1 de mayo de 1982, tres Pucarás fueron destruidos en Goose Green mediante bombas de racimo lanzadas por Sea Harriers británicos. Más adelante, el 15 de mayo, tropas del SAS británico destruyeron seis Pucarás adicionales en Pebble Island.

Imagen de un FMA IA-58A Pucará destruido en Pebble Island, 1982. Nótese la postura elevada de la aeronave, con el tren de aterrizaje largo que permite espacio para cargas útiles externas en pistas de aterrizaje improvisadas. (Crédito de la imagen: Wikimedia Commons)

En incidentes posteriores, un Pucará fue derribado el 21 de mayo por un misil tierra-aire Stinger lanzado por tropas del SAS, y otro IA-58 fue abatido el mismo día tras ser atacado por un Sea Harrier, que lo impactó con al menos veinte proyectiles de 30 mm antes de que se estrellara. La resistencia del avión quedó en evidencia por su capacidad de soportar este tipo de daños antes de sucumbir.

Incidentes destacados de la guerra:

  • El 28 de mayo de 1982, dos Pucarás lograron derribar un helicóptero británico Westland Scout, marcando la única victoria aérea argentina confirmada durante la guerra.
  • Ese mismo día, un IA-58 se estrelló tras el ataque al helicóptero, y otro fue derribado por fuego de armas pequeñas en Goose Green.

Destino de los Pucarás tras la guerra

Al finalizar la guerra, once Pucarás fueron capturados por el Reino Unido. De estos, seis fueron llevados al Reino Unido, donde uno en condiciones de vuelo fue evaluado antes de ser colocado en el Museo de la Real Fuerza Aérea. Los otros cinco se distribuyeron en museos británicos.

El IA-58 continuó en servicio activo en Argentina hasta 2019, cuando fue retirado de sus roles tradicionales de contrainsurgencia y ataque terrestre. Este cambio marcó el inicio del proyecto IA-58 Pucará Fénix, que adaptó el avión para misiones de patrullaje y vigilancia fronteriza.

Presencia internacional del Pucará

Un IA-58 en servicio en Uruguay. Son de interés las troneras para ametralladoras claramente visibles a lo largo de la cabina y la tronera para cañones de 20 mm debajo de la cabina. La elevación del asiento trasero también es evidente en esta foto. (Crédito de la imagen: Wikimedia Commons)

Además de Argentina, el IA-58 fue operado por países como Sri Lanka, Colombia y Uruguay. En Sri Lanka, el Pucará participó en la Guerra Civil durante los años noventa, mientras que en Colombia se utilizó para interceptar narcóticos. Por su parte, Uruguay empleó el avión tanto en operaciones contra narcotraficantes como en tareas de rastreo de cuatreros.

Intentos de expandir su exportación a otros países no tuvieron éxito debido a negociaciones fallidas o cancelaciones de pedidos. La producción del IA-58 concluyó en 1999, habiéndose construido un total aproximado de 110 unidades.

Preguntas y respuestas sobre el IA-58 Pucará

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¿Cómo surgió la idea de desarrollar el avión IA-58 Pucará?

La necesidad de un avión de contrainsurgencia y antiguerrilla llevó a la Fuerza Aérea Argentina a solicitar un diseño en 1966. La Fábrica Militar de Aviones desarrolló un modelo bimotor turbohélice, conocido inicialmente como “Delfín”, que evolucionó hasta convertirse en el IA-58 Pucará, diseñado para operar en condiciones adversas y pistas cortas.

¿Cuáles fueron las características principales del IA-58A?

El IA-58A contaba con dos motores turbohélice Turbomeca Astazou XVIG, cabina para dos tripulantes en tándem con asientos eyectables, y capacidad para transportar hasta 1.620 kg de armamento externo. Su diseño robusto y adaptable lo hacía ideal para pistas en mal estado y misiones de ataque terrestre.

¿Qué tipo de armamento incorporaba el IA-58 Pucará?

El IA-58 incluía dos cañones Hispano de 20 mm con 270 proyectiles cada uno y cuatro ametralladoras FN Browning de 7,62 mm, además de capacidad para transportar bombas, misiles y cohetes en puntos de anclaje externos, sumando una carga útil de hasta 1.620 kg.

¿Por qué el IA-58 fue clave durante la Guerra de Malvinas?

El IA-58 fue desplegado en las Islas Malvinas debido a su capacidad para operar en pistas cortas y su efectividad en ataques terrestres. Aunque sufrió importantes pérdidas, los Pucarás realizaron ataques contra las fuerzas británicas y lograron una victoria aérea confirmada.

¿Qué mejoras se implementaron en las variantes del IA-58?

Las variantes incluyeron el IA-58B con aviónica avanzada y cañones de 30 mm, y el IA-58C con capacidades mejoradas para misiones aire-aire y anti-buques. El IA-58D actualizó motores y sistemas, y el proyecto IA-58 Fénix adaptó la aeronave para patrullaje fronterizo.

¿Cuántos Pucarás se produjeron y hasta cuándo estuvieron en servicio?

Se construyeron aproximadamente 110 unidades del IA-58 hasta 1999. En Argentina, el avión fue retirado del servicio activo en 2019, con su estructura adaptada para el proyecto IA-58 Pucará Fénix, destinado a misiones de vigilancia.

¿En qué países además de Argentina operó el IA-58 Pucará?

El IA-58 Pucará estuvo en servicio en Sri Lanka, Colombia y Uruguay. En Sri Lanka participó en la Guerra Civil, mientras que en Colombia y Uruguay fue utilizado principalmente para operaciones contra el narcotráfico y patrullajes terrestres.

¿Cómo fue utilizado el IA-58 durante la Guerra Sucia en Argentina?

Durante la Guerra Sucia, el IA-58 fue empleado para operaciones de contrainsurgencia, proporcionando apoyo aéreo cercano y atacando fuerzas antigubernamentales en terrenos montañosos y selváticos. Su capacidad para operar con un soporte mínimo fue clave en esas misiones.

¿Qué papel desempeñó el Pucará en la lucha contra el narcotráfico?

El IA-58 fue empleado en Colombia y Uruguay para interceptar vuelos ilícitos y combatir el tráfico de narcóticos. Su diseño lo hacía ideal para misiones de vigilancia y ataque a baja altura en áreas rurales y remotas.

¿Por qué el IA-58 es considerado un avión resistente y versátil?

El IA-58 fue diseñado para resistir impactos, operar en pistas cortas y transportar diversas cargas útiles. Su fuselaje delgado, facilidad de mantenimiento y sistemas redundantes lo convirtieron en una plataforma confiable en escenarios desafiantes y operaciones prolongadas.

Fuente