El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, atribuyó a su gobierno el inicio de los eventos que llevaron al colapso del régimen de Bashar al-Assad en Siria, calificando la jornada como un momento histórico para Oriente Medio.

Durante una visita al monte Bental, en la frontera con Siria, Netanyahu afirmó que “el régimen de Assad, un eje central en la alianza de Irán, ha caído”. Según el primer ministro, este desenlace es consecuencia directa de las acciones militares israelíes contra Irán y Hezbolá, principales aliados del gobierno sirio, en los últimos 14 meses.

Netanyahu destacó que los golpes infligidos a Irán y sus representantes en la región han desencadenado una reacción en cadena en Oriente Medio, alentando a otros actores a liberarse del régimen de Assad.

Sin embargo, advirtió que, aunque la huida de Assad ofrece nuevas oportunidades, también supone riesgos para la seguridad de Israel. Según Netanyahu, la frontera entre Israel y Siria, controlada durante décadas por el Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974, ha quedado desprotegida tras el abandono de las posiciones sirias.

El primer ministro anunció que, junto con el ministro de Defensa, Israel Katz, ordenaron a las Fuerzas de Defensa de Israel tomar el control de la zona de amortiguación, asegurando que no permitirán que fuerzas hostiles se instalen cerca de la frontera.

Netanyahu también recordó la política de “buena vecindad” aplicada durante la guerra civil siria, comprometiéndose a brindar ayuda humanitaria a civiles sirios sin involucrarse en los conflictos internos. “Cientos de niños sirios nacieron aquí, en Israel”, destacó.

Finalmente, destacó que Israel extiende un mensaje de paz a las comunidades drusas, kurdas, cristianas y musulmanas en Siria, reafirmando su compromiso humanitario y su voluntad de colaborar con estos grupos.

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