Tras más de dos décadas de brutal represión, Siria ha despertado sin Bashar al-Ássad. Conocido como “el carnicero de Damasco”, se presume que ha huido del país después de que los rebeldes, en una ofensiva relámpago, tomaran el control de la capital y pusieran fin a un régimen asociado al terror, la violencia y la corrupción durante medio siglo.

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