Después de más de una década de guerra, con cientos de miles de muertos y millones de desplazados, los sirios han vivido en un estado dividido, regentado por facciones armadas que combaten entre sí y respaldadas cada una de ellas desde el exterior por una potencia extranjera, circunstancia que dificulta enormemente la consecución de un acuerdo de paz inclusivo.
Lo que empezó en 2013 siendo una revuelta de una parte significativa de la población contra el régimen de Bashar el Asad ha derivado en una guerra a múltiples bandas con implicación internacional.
A grandes rasgos, al inicio de la guerra, Irán, Rusia y Hizbulá respaldaban al régimen, y EEUU, Turquía y los estados árabes del Golfo, a la oposición. Dos años después del inicio del conflicto, los islamistas del ISIS habían tomado fuerza y el país estaba prácticamente partido en dos, con núcleos aislados de fuerzas rebeldes en distintos puntos y la resistencia kurda en el norte.
Con el paso de los años y el surgimiento de nuevos actores (milicias kurdas, Estado Islámico) las alianzas y las prioridades fueron modificándose. Las líneas del frente, congeladas desde el alto el fuego de 2019-2020, se mantenían prácticamente igual hace ahora un año. El régimen oficial de Asad parecía haber logrado casi el dominio del país, mientras los kurdos se consolidaban en Raqqa. Los rebeldes mantenían dos bastiones alejados entre sí: uno al este, entre las fronteras iraquí y jordana, y el otro al oeste, tocando a Turquía.
La madrugada del pasado 27 de noviembre, sin embargo, los rebeldes del oeste volvieron a avanzar. Tomaron Alepo y volaron el cuartel general de los Guardianes de la Revolución Islámica. Desconcertados por el ataque, los asadistas comenzaron a huir, mientras los insurgentes seguían hacia el este. Rápidamente, llegaron as-Safira, un enclave importante, porque alberga varias fábricas de municiones y armas.
La coalición insurgente siria liderada por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) e integrada por rebeldes apoyados por Turquía anunciaba este sábado que habían tomado el control de la ciudad Homs. Este domingo, han entrado también en Damasco.
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