Las estaciones atisban la nieve y confían en recibir a los esquiadores antes de Navidad

Nueva York luce desde hace unos días cubierta por un espeso manto de nieve. En las estaciones de esquí asturianas, a 6.000 kilómetros de distancia, lo celebran. No se trata de una excentricidad, sino la reacción ante un acontecimiento al que la sabiduría popular otorga no poca importancia. «En cuanto cae la primera nevada en Nueva York, empieza la cuenta atrás para que también lo haga aquí», explica un conocido esquiador asturiano. Los meteorólogos le dan la razón. Se espera nieve entre el sábado y el domingo, con varios días de precipitaciones por delante. La previsión es que las estaciones de Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno puedan estar abiertas de cara al próximo fin de semana, con la vista puesta ya en salvar las navidades.

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