Darle normalidad a lo anormal. El viaje de la UD Las Palmas de Diego Martínez del infierno al cielo. Siete partidos, cinco victorias. Del latido de colista embriagado con cadaverina con 18 puntos y cinco de renta sobre el abismo. Batir al Valladolid (2-1) cierra una semana perfecta con victorias ante el FC Barcelona, Europa y los violetas.
«Estoy muy feliz por los jugadores y la afición. Evidentemente, es un partido como esperábamos. Fue muy complicado. Por momentos hemos estado mejor, sobre todo al inicio. Tuvimos el balón y teníamos que haber sido capaces de traducirlo en goles. En la segunda parte, merecimos el partido. Ojalá todas las semanas de tres partidos sean así. Solo puedo dar las gracias a los jugadores y al equipo por el esfuerzo que han hecho. Nos hemos ganado a pulso estas victorias».
En relación a Sandro Ramírez, es el emperador de este ciclo arrollador. Doblete con la UD en Primera y que iguala el logrado con el Málaga en la 16-17. «Nos alegramos mucho por él. Hizo un esfuerzo importante por recuperarse. En el fútbol hay momentos que la pelotita entra, pero su trabajo siempre ha estado ahí. Me alegro mucho porque, además, tiene una muy buena mentalidad».
Madurez en la fase crítica
¿Se lo cree? Martínez admite que esta racha ha pillado por sorpresa a todos. «Evidentemente, si nos dicen hace 60 días que vamos a ganar cinco partidos de siete, todos diríamos que era una barbaridad, pero lo ha conseguido el equipo, con mucho esfuerzo, trabajo y creyendo en sí mismo. Esto es muy largo. La permanencia se consigue en mayo, pero estos puntos ya no nos los quita nadie. Por lo menos, eso espero. Hay que estar muy orgullosos del equipo porque esto va a ser muy largo. Intentaremos alargar esta dinámica al máximo».
Además, aplaude la serenidad con el 1-1 y los momentos de máxima tensión. «Queremos hacer nuestro camino, sumar los puntos que nos tocan y eso es lo que debemos hacer. Llegamos a ese compromiso con los jugadores antes del primer partido y hay que ser coherentes. Si antes no mirábamos la clasificación, ahora menos. Cada punto cuesta conseguirlo una barbaridad. Me quedo con la intención del equipo de ir a por el tercero. Recuerdo la acción de Mata o de Moleiro. Cuando ganas por la mínima, debes tener la madurez suficiente para competir en esos momentos (…) Esto habla del crecimiento y la madurez del equipo».
Permanencia y más permanencia
El estratega de la UD solo concibe la salvación como reto. Contabiliza 18 unidades y le faltan 22 para la conquista del objetivo matemático. No hay una receta mágica. La única fórmula es la humildad y el trabajo coral. El valor del equipo. «Sería cojonudo que yo explicase aquí cómo se ha logrado (…) Los jugadores, el acierto y la mentalidad del día a día son las claves. La mentalidad de estar al máximo para competir al máximo. Lo digo y lo diré cuando los resultados no sean tan favorables. Esto es muy largo. Tenemos que hacer nuestro camino y seguir forjando nuestra mentalidad como equipo. Hace 60 días esto era un sueño, pero este sueño nos lleva a lo que queremos, que es la permanencia».
En relación a la salida de Essugo por Campaña, pone en valor la destreza del sevillano. «Campaña nos dio muchísimo. Pausa y circulación para encontrar encontrar en esa zona de entrelíneas a Javi y a Kirian para que Kirian pudiese avanzar en altura y progresar. El ritmo en la circulación costaba y el gol viene en una circulación de lado a lado. Nos dio muchísimo. También Essugo, pero hay que intentar dar respuesta a lo que demanda cada partido. Tenemos una plantilla con una variabilidad de perfiles que tienen la capacidad de complementarse y de jugar juntos».