No iba a ser una noche sencilla para los de Calero. Una plaza complicada como Anduva ante un Mirandés enrachado, que apenas había perdido puntos como local. Un duelo que medía las dinámicas positivas de ambos equipos y que deja claro que los dos conjuntos están llamados a pelear por las posiciones altas de la tabla. En el reencuentro con Alessio Lisci, cuyo trabajo en Anduva está más que reconocido, dos goles en los minutos finales dieron los tres puntos a los de Miranda de Ebro.
El Levante con Carlos Álvarez destacando sobre el resto lo quiso más que los locales en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Eran los visitantes quienes más llamaban a la puerta del gol y fue Andrés García con un auténtico golazo adelantó a los granotas. El gol en el 87’ de Joel Roca y en el descuento de Panichelli dieron la vuelta al marcador a favor de los locales, provocando que el Levante se marche de vació de Anduva (1-2) en un encuentro en el que mereció más.
En la fría noche de viernes en Miranda de Ebro, Calero y sus pupilos entendieron a la perfección la importancia de salir enchufados al encuentro. Una intensidad que permitía al Levante robar rápido tras perdida, dificultando la salida de balón del conjunto de Alessio Lisci.
Algobia vio la amarilla con apenas cinco minutos transcurridos, pero el Levante entró con mejor pie a un encuentro en el que el Mirandés trataba de sacudirse de la presión visitante. Oriol Rey probaba desde fuera del área sin éxito, mientras que el Mirandés poco a poco imponía su ley, acercándose a la portería defendida por Andrés Fernández. Los locales pidieron penalti por mano de Elguezabal, pero tanto árbitro y VAR entendieron que no era motivo de pena máxima.
El juego por bandas cobraba especial importancia en las acciones ofensivas de ambos equipos, con constantes centros al corazón del área. Si el Mirandés aprovechaba su sistema de tres centrales para dar una mayor libertad a sus carrileros, el Levante buscaba constantemente el dos contra uno, especialmente por banda derecha con Carlos Álvarez y Andrés García.
Izeta a la contra trataba de buscar las cosquillas de la defensa granota, pero Andrés García, incombustible, le negó la oportunidad. Minutos después fue el palo quien ‘le dijo que no’ a Carlos Álvarez, que estrellaba el esférico en la madera después de una larga conducción de las que el pequeño mago levantinista nos tiene acostumbrado.
Con un disparo desde la frontal de Alberto Reina ligeramente desviado concluía una primera mitad sin goles, con acciones de peligro con cuentagotas pero con un Levante que había llegado a Anduva a no especular y que gozó de las acciones más claras.
Sin cambios en el entretiempo volvieron a saltar los mismos veintidós jugadores que terminaron la primera mitad. Avisaba Kocho de cabeza tras un nuevo centro medido de Andrés García, marchándose su testarazo por encima del travesaño.
Un despeje de Oriol Rey se convirtió en una gran asistencia para Morales, quien al espacio volvió a mostrar su peligro y tras sentar a su par solo una gran intervención del meta local evitó el tanto del ‘11’ granota, enviando el esférico a saque de esquina.
Fue en el córner posterior a la acción de Morales cuando Andrés García recogía el despeje de la zaga local y, con una brillante volea ponía por delante al Levante en el luminoso en lo que era un auténtico golazo del lateral que continúa con la flechita para arriba.
El Levante logró el tanto que merecía por lo que se estaba viendo sobre el césped del Municipal de Anduva. Lejos de cambiar el guión del encuentro con la ventaja, los de Calero continuaron con el mismo plan de partido, minimizando el peligro de las llegadas de los locales y buscando el segundo tanto que diese la tranquilidad.
Calero movía ficha en el minuto 70 con un triple cambio que viene repitiendo en los últimos encuentros. Esta vez eran Espí, Sergio Lozano e Iván Romero quienes entraban por Morales, Brugué y Algobia, buscando piernas frescas en el centro del campo y aprovechar al máximo el poderío físico del joven delantero granota.
El Mirandés obligó a Andrés Fernández a emplearse a fondo a pesar que el banderín del asistente marcó fuera de juego al inicio de la jugada.
Volvió Iborra para los últimos diez minutos y, cuando parecía que los tres puntos viajarían hasta el Ciutat, el partido giró 180º a favor del Mirandés. Un primer tanto de Joel Roca en el 87 y Panichelli en el descuento le robaron los tres puntos a los granotas, que se marchan de vacío de Anduva. Un mazazo enorme al trabajo levantinista, que en cinco minutos perdió lo logrado en ochenta y siete, dejándolo quinto con 29 puntos en la tabla.