Ha conseguido Fernando Soriano que el Deportivo recupere un sitio en la categoría de plata que perdió en 2020 y, pese a ese logro, de indiscutible valor, su figura no goza del absoluto consenso ni entre la afición ni en el propio Deportivo. Pero el resultado está ahí, ratificando al zaragozano, de 45 años, por encima de otras cosas, de fichajes en el pasado verano que puedan ser más o menos certeros (Patiño o Bouldini), o de una trayectoria en esta campaña que llevó al cese de Imanol Idiakez y la apuesta por el entrenador del filial, el Fabril, Óscar Gilsanz, después de tantear a Bruno Saltor. Soriano, que ya logró subir con el Ibiza como director deportivo, está cosechando de ejecutivo los mismos éxitos que tuvo ya de jugador, en el Recre y sobre todo en el Almería, ya que en el Real Zaragoza, el equipo de su vida, fue donde menos profeta ha sido.

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