Los científicos están estudiando cómo las propiedades eléctricas de la piel humana, medidas a través de una variante denominada conductancia, pueden proporcionar información sobre los estados emocionales: los datos servirían para desarrollar dispositivos digitales que puedan responder a las emociones humanas en tiempo real, ofreciendo servicios personalizados que vayan de la mano con nuestros estados de ánimo y necesidades.

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