Va a hacer dos años que Francia arrinconó la conexión con España del Corredor Atlántico ferroviario, postergando su conclusión al año 2042 cuando su puesta en servicio, según el calendario que maneja la UE, estaba prevista para 2030. De momento, las presiones ejercidas por el Ejecutivo español y la Comisión Europea para que el país vecino rectificara sus planes no han dado resultado.
Francia mantiene el pulso y ahora, aprovechando que la UE estrena nuevo gobierno, Moncloa vuelve a la carga para intentar que el Corredor Atlántico esté operativo en 2030. Sin Francia, esta infraestructura que pretende potenciar el transporte ferroviario de mercancías y de pasajeros por toda la fachada oeste de Europa pierde su razón de ser, pues por mucho que avance su ejecución en la península ibérica —Galicia incluida—, acabaría estrangulada en la frontera norte de España, dado que la línea Burdeos-Dax estaría lista en el año 2042 y, por el momento, ni siquiera hay plazos para la conexión de Hendaya con Dax.
«Inaceptable»
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, calificó ayer en Bruselas como «inaceptable» que el Gobierno francés quiera aplazar hasta 2042 la continuidad del el Corredor Atlántico hacia España, a pesar de que la Red Transeuropea de Transportes de la UE establece como compromiso «vinculante» para Francia concluir el proyecto a más tardar en 2030.
«Europa no se puede entender como ente conectado si en sus fronteras no se producen esas conexiones en las infraestructuras. El caso más claro es entre Francia y España; llevamos tiempo reclamando que se aborde el lado francés de la conexión», avisó el ministro en declaraciones a la prensa a su llegada a una reunión de ministros europeos de Transportes, en la que tuvo oportunidad de hablar de forma bilateral con el francés, François Durovray, si bien ya opera en funciones tras la dimisión del primer ministro galo.
Con el comisario de Transportes
Puente aprovechó su viaje a la capital comunitaria para reunirse la víspera con el nuevo comisario de Transportes, el conservador griego Apostolos Tzitzikostas, para insistir en la «necesidad de acelerar las infraestructuras y conexiones interfronterizas» y explicarle la situación en España, desde la preocupación por el retraso en Francia hasta el reconocimiento del «compromiso» de Portugal con los trazados en esa frontera.
«Hay un mapa de infraestructuras en Europa que es vinculante y obliga a que estén terminadas ante de 2030″, recordó el ministro español, en referencia a los compromisos asumidos por los Estados miembro con el mapa de infraestructuras prioritarias de la red transeuropea.
El Corredor Atlántico para el transporte ferroviario incluye más de 8.200 kilómetros de trazado para unir cuatro países —España, Portugal, Francia y Alemania— como red europea prioritaria, con el objetivo de que esté operativo ya en 2030.