Las comunidades autónomas dirigidas por el PP son muy pesimistas con que se pueda avanzar en un pacto migratorio en el futuro. Si la reunión entre Gobierno y conservadores terminó este jueves una vez más sin acuerdo -a pesar de verse durante dos horas- los barones regionales que acudieron al Día de la Constitución este viernes a Madrid apuntaron al mismo bloqueo. Y ante la ausencia de ese pacto, dan por hecho que podrán salvar los Presupuestos de sus CCAA, aunque esperan a un Vox a la defensiva.
“Vox sin el debate de la inmigración no remonta. Y el Gobierno lo alimenta porque, en el fondo, quiere un Vox fuerte para hacernos daño a nosotros”, resume un presidente autonómico del PP. La amenaza de Santiago Abascal de no apoyar las cuentas públicas de ninguna autonomía que siga recibiendo a menores migrantes no acompañados y que no den portazo a la política migratoria del Gobierno es constante. Hace unos días congelaron la negociación, precisamente, por el encuentro que iban a mantener los ministros Ángel Víctor Torres y Sira Rego con Miguel Tellado en el Congreso.
Pero ahora que no hay acuerdo, el PP se pregunta qué ficha moverá Vox. Los presidentes autonómicos muestran tranquilidad absoluta: “Nosotros vamos a cumplir lo pactado. Deberían apoyarlo”, dicen fuentes de los gobiernos de la Región de Murcia y Aragón. “Otra cosa es que aún cumpliéndolo se inventen otra cosa”, dicen mostrando cierta desconfianza, convencidos de que Vox buscará el choque constante con el PP después de haber salido de los ejecutivos autonómicos.
En Aragón muestran mucha seguridad con poder sacar las cuentas públicas. Alegan que la bajada de impuestos y la inversión de un total de 40.000 millones que recibirá la autonomía antes de que termine el año, “hace casi imposible” que Vox se borre del acuerdo. El caso murciano es similar: los compromisos exigidos por los ultra estarán en los Presupuestos. Pero la seguridad no es la misma. En cuanto a Castilla y León, es el caso más complicado porque la formación ultra tiene muy mala sintonía con Alfonso Fernández Mañueco y esa comunidad realmente irá a elecciones en poco más de un año. Las cuentas públicas podrían prorrogarse sin problemas mayores.
Feijóo no ha hablado tampoco con Santiago Abascal en estos días. Pero la relación de los dos partidos se ha deteriorado. El líder del PP advirtió al ultra que “no atendería a chantajes de ningún tipo”. En Génova creen que Abascal no puede cumplir el órdago y tirar por tierra todos los Presupuestos porque entonces, también sostuvieron los presidentes autonómicos en el Congreso, “ocurrirá como en Madrid”. La primera que tumbó las cuentas de Isabel Díaz Ayuso fue Rocío Monasterio y después la presidenta madrileña logró la mayoría absoluta.
En Vox, sin embargo, insisten en que cumplirán sus amenazas si el PP “no demuestra el endurecimiento en la agenda migratoria” que ha ido proclamando en los últimos meses, incluso con encuentros como el que mantuvo Feijóo con Giorgia Meloni.
El líder del PP, en conversación informal con periodistas en el Congreso, se quejó también de que el Gobierno solo quiere reformar el artículo 35 de la ley de extranjería. “Pues que lo hagan con sus socios”, dijo, tras insistir en el que el PP “quiere llegar a una solución” pero que necesariamente pasa por que el Ejecutivo cambie su política migratoria.
