La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha celebrado este Día de la Constitución con las habituales llamadas al “consenso”, puesto que sólo desde ese espacio común se avanza en conjunto. La tercera máxima autoridad del Estado ha hecho mención a la reforma del artículo 49 de la Carta Magna, a la que ha dotado de vital importancia durante su intervención, así como a una llamada a la lucha por blindar derechos conquistados y otros por conquistar; con una expresa mención al “derecho a una vivienda digna” y a la batalla contra la “desinformación”.
Armengol ha intervenido tras el solemne acto de izado de bandera frente a la Puerta de los Leones en la Carrera de San Jerónimo. El discurso que ha pronunciado la presidenta de la Cámara Baja ha centrado el tiro en el “consenso”, reivindicando no sólo el espíritu constituyente, sino también ese mismo acuerdo que imperó en el Hemiciclo para acometer la “necesaria” reforma del artículo 49 de la Constitución Española, que no se limitó a “sustituir una palabra”, sino a impulsar la “plena autonomía y una mayor inclusión social de las personas con discapacidad”.
Apelaciones varias a este precepto, así como a la ley del ELA -aprobada por unanimidad-, han conducido a otros desafíos que Armengol ha cataloga como “terriblemente urgentes”. Porque, según ha justificado, sólo desde esa posición de “alianza” se pueden afrontar retos como la “lucha contra la pobreza” o la “profunda desigualdad económica”. Sin embargo, si hay dos cuestiones que no podían quedarse fuera de esta jornada son la “vivienda” y la proliferación de las fake news.
El consenso llama a derechos
Sobre ellas ha reflexionado la presidenta del Congreso en los últimos coletazos de su intervención. Ha llamado a todos los actores políticos a involucrarse en el “reparto equilibrado de la riqueza”, así como en el blindaje del “estado del bienestar”; pero sobre todo abordar el problema de la vivienda desde el espacio que brinda la Constitución Española, que en su artículo 47 se garantiza el derecho a una “vivienda digna”. “Nos urge hacerlo efectivo ya porque es un clamor en la ciudadanía”, ha rematado.
Armengol ha ensalzado la dureza de la Carta Magna, pero esa vigorosidad no resiste todos los ataques. Especialmente los que emanan de la desconfianza y la desafección política, acentuada por la proliferación de bulos. “Nos urge combatir la desinformación, porque erosiona los sistemas democráticos”, destaca la presidenta del Congreso, al tiempo que abordaba el resto de “consenso” como la ciencia y la violencia machista, que han de ser blindados ante las fake news y discursos “negacionistas”.
“Así debe ser siempre, atesorar nuestra democracia, actualizar y revigorizar los valores en los que fue asentada: igualdad, justicia, paz y libertad. Esa libertad a la que se refería el poeta valenciano Joan Fuster cuando escribió: ‘Totes les llilbertats són solidàries’. Sigamos luchando, pero en la misma senda, unidas y unidos por un futuro común, por un futuro digno, por la posibilidad de la esperanza”, ha subrayado Armengol.
Con el corazón en Valencia
Las 230 víctimas de la DANA han sido recordadas desde primera hora de la mañana con motivo de la celebración del 46º aniversario de la Constitución Española. A la habitual solemnidad del acto celebrado en el Congreso de los Diputados, coronado por el discurso de su presidenta, Francina Armengol, le ha precedido un mensaje de Pedro Sánchez recordando que lo más imperante actualmente, más allá de las guerras políticas y el horizonte legislativo del país, es la reconstrucción de un territorio, Valencia, duramente golpeado por el paso de la peor gota fría del siglo.
“Con el corazón en Valencia, hoy celebramos los 46 años de nuestra Constitución. Un texto visionario y pionero en muchos ámbitos, como la igualdad entre personas, la dignidad laboral o el derecho de la ciudadanía a un planeta sano, recogido en el artículo 45”, indicaba el líder del Ejecutivo. “Honremos esos principios y sigamos trabajando, unidos como país, para lograr al menos otras cinco décadas más de libertad y prosperidad”, remataba.
Mensaje corto, directo y que sería posteriormente amplificado por la propia Armengol con primer punto de un discurso integrador, basado en la concordia y en el diálogo como mecanismo desde el que vertebrar mayorías y abrazos comunes: “Quisiera dedicar estas primeras palabras a los familiares y a los seres queridos de las 230 víctimas mortales de la DANA y de las cuatro personas aún desaparecidas tras las riadas. Desde aquí les traslado mi más sentido pésame, en nombre propio y del Congreso de los Diputados, así como todo el apoyo a los miles de damnificados y damnificadas de los 78 municipios afectados por las inundaciones”, arrancaba, recordando a quienes lo “han perdido todo” y protagonizan un “proceso de duelo” que tardará en revertirse mucho “tiempo, esfuerzo, dolor y empatía”.
“Ahora debemos mantenernos unidos. Unidos en la ardua tarea de la reconstrucción, desplegando todos los medios a nuestro alcance; unidos en el propósito firme de salvaguardar y robustecer nuestros servicios públicos, garantía de protección y seguridad, porque el Estado somos todos y todas: la guardia civil, la médica, el bombero y el profesor que pide soluciones para reabrir los colegios en condiciones dignas”, ha rematado.
El abrazo del artículo 49
Otro de los elementos estrella de este acto solemne ha sido el recuerdo del abrazo compartido para modificar el artículo 49 de la constitución y terminar en la Carta Magna con la palabra “disminuido”, sustituida por “personas con discapacidad”: “Es la primera modificación social de nuestra Carta Magna y es, sobre todo, un acto de justicia para las personas con discapacidad y, por tanto, para la sociedad entera. Porque esta actualización de nuestra ley fundamental no se limita a sustituir una palabra, sino que implica abandonar la mirada rehabilitadora y asistencial sobre las personas con discapacidad e impulsar su plena autonomía y una mayor inclusión social”.
“Que hayamos sido capaces de ponernos de acuerdo para devolver la dignidad a una parte de la población y de acometer una nueva redacción del texto fundacional de nuestra democracia para alinearlo con los derechos humanos es la confirmación de que el consenso es posible. De que, a pesar de nuestras diferencias, tal y como demostramos hace 46 años, sigue prevaleciendo el respeto y el deseo de paz social”, ha asegurado Armengol.
Un abrazo, el del artículo 49, que ha protagonizado buena parte de los actos de la celebración de este aniversario de la Constitución. Al discurso de la propia presidenta del Congreso le ha precedido la interpretación de una pieza musical a cargo de la Agrupación Musical Inclusiva del Teatro Real (AMI), seguida de la lectura del artículo 49 por parte de cinco personas con discapacidad, que posteriormente han hecho entrega a la propio Armengol de la Carta Magna en distintos soportes accesibles: en lectoescritura braille, en lectura fácil, en lengua de signos, en pictogramas y en un pendrive.