Iker Córdoba es uno de los nombres propios de la semana en el Valencia CF. El futbolista del filial volvió a tener minutos con el primer equipo en el partido correspondiente a la segunda ronda de Copa del Rey ante el Ejea que se disputó este miércoles. No solo volvió a dejar muy buenas sensaciones en defensa, en la misma línea del partido ante el Parla, sino que fue el encargado de abrir el marcador del choque en la segunda parte, estrenando así su casillero goleador con el primer equipo y demostrando que, además de un central prometedor, también es una amenaza aérea en el juego ofensivo.
Las dos titularidades consecutivas en la Copa del Rey, más allá de que han sido en partidos de primeras rondas ante rivales de categorías muy inferiores, demuestran que Rubén Baraja y su cuerpo técnico lo tienen muy bien valorado. Iker Córdoba está considerado como uno de los futbolistas con el futuro más prometedor del filial que dirige Miguel Ángel Angulo y por eso el club ha querido mover ficha rápidamente para prolongar la vinculación de ambas partes. Incluso desde antes del partido ante el Ejea, la renovación de su contrato, que ahora acaba en junio de 2026, está acordada y apalabrada, y lo normal es que se anuncie de manera oficial antes de que finalice el año 2024, más pronto que tarde, tal como puede confirmar Superdeporte.
A sus 19 años, Córdoba ha disputado esta temporada seis partidos con el Valencia Mestalla con un buen porcentaje de puntos cosechados, y dos partidos oficiales con los ‘mayores’, los dos de Copa del Rey. Mientras sigue con su progresión, lo normal es que en los próximos años siga escalando progresivamente hasta tener un buen papel en el primer equipo.
¿Cómo juega Iker Córdoba?
El partido ante el Ejea es un buen ejemplo del tipo de defensa central que es Iker Córdoba. Alto (1,90m aproximadamente) y todavía en edad de crecer unos pocos centímetros más, pero con agilidad y movilidad para desenvolverse bien en los duelos individuales. Correcto y limpio en salida de balón y, sobre todo, potente en el juego aéreo, tanto en defensa como en ataque como bien demostró con su cabezazo ante el Ejea que abrió la lata.