La Copa del Rey, como cada temporada, ofrece momentos inolvidables, no solo por las sorpresas que produce, sino también por las historias humanas que se tejen alrededor de sus partidos. Uno de esos momentos épicos tuvo lugar en la segunda ronda de la edición 2024, en un duelo entre el Logroñés y el Girona que quedará grabado en la memoria colectiva del fútbol español. Sin embargo, lo que hizo especial este encuentro no solo fue la eliminación de un equipo de Primera División por parte de un modesto equipo de Segunda Federación, sino la heroica intervención de Pol Arnau, hijo del recordado Francesc Arnau, quien, en un gesto de valentía y determinación, se puso bajo los palos para defender la portería de su equipo cuando ya no quedaban cambios disponibles.

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