Beatriz siente una gran pasión por Alonso, unas pulsiones a las que decidieron dar rienda suelta en el beguinato. Mientras los jóvenes yacían, Dulce los descubrió y Beatriz se inventó una historia para no hablar de Alonso al resto de las libertas.
Una mentira que ha terminado con Telmo en la cárcel, ya que acusó a un hombre con sus mismas características de haber abusado de ella. Beatriz decide remendar su error y acompañada de Lucía acude a casa de Alonso con la intención de aclararlo todo.
Al preguntar por el joven, aparece vestido de noble y no de escudero como le había contado a la beguina. Alonso niega conocer a Beatriz delante de su madre, unas palabras que rompen el corazón de la hija de Sibila, que se culpa por su ingenuidad.