El vicepresidente y secretario general de Vox, Ignacio Garriga, como máximo encargado de la coordinación territorial, anunció este miércoles que el partido cesa en el diálogo con el PP en aquellas comunidades autónomas en las que de ellos depende que prosperen las próximas cuentas. La justificación que esgrimen en Vox para ello es que el PP, al retornar a la mesa sobre inmigración con el Gobierno para seguir debatiendo sobre la respuesta a la crisis migratoria que presiona Canarias y Ceuta, entre otras zonas, tiene intención de llegar a un consenso con los socialistas. Algo de lo que el PP, de momento, no ha constatado verbalmente.
«Nosotros no vamos a participar en el reparto de inmigración ilegal y de inseguridad que pretenden Feijóo y Sánchez. Si el PP quiere seguir impulsando las políticas del PSOE, que negocie los presupuestos con ellos», avanzó Garriga durante una visita al barrio barcelonés de Besòs-Maresme. «A Vox no le va a temblar el pulso», añadió el número dos de la formación, que, con ello, deja entrever que más que una ruptura, el partido deja paralizado el contacto entre delegaciones territoriales hasta que se certifique o no si populares y socialistas llegan a un acuerdo. Hay que recordar que el 13 de diciembre se desarrollará la Conferencia de Presidentes en Santander (Cantabria).
El posicionamiento del partido llega días después de que, como constató El Independiente, Vox amenazase a los populares con tumbarles sus nuevas cuentas si había cualquier consenso con el Gobierno en esas reuniones. Los de Santiago Abascal, en todo caso, no han esperado a que haya un acuerdo y toman esta decisión como medida de presión.
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