Yoon Suk Yeol, presidente de Corea del Sur desde 2022, ha decretado la ley marcial más efímera de la Historia del país. Su excusa era preservar «el orden constitucional del país», pero lo hizo por sentirse atado de pies y manos por la mayoría parlamentaria, en manos del Partido Democrático. Levantó la medida al ver cómo la Asamblea Nacional se plantaba e incluso criticaban su decisión dirigentes de su partido y ministros. Sus días en la Presidencia están contados.
Nació el 18 de diciembre de 1960 en Seodaemun. Es hijo de profesores universitarios y se crió en Yeonhui, considerado entonces un barrio próspero de Seúl. Es licenciado en Derecho por la Universidad Nacional de Seúl, según informa la agencia Efe.
En 1994 se estrenó como fiscal. Entonces inició una meteórica carrera en la que sentó en el banquillo a importantes políticos liberales y conservadores o a líderes de grandes empresas como Hyundai o Samsung.
Azote de ex presidentes y ex ministros
Con la llegada a la Presidencia de Moon Jae-in en 2017, fue nombrado jefe de la Oficina Fiscal del Distrito Central de Seúl, donde se encargó de condenar a penas de cárcel a los expresidentes conservadores Lee Myung-bak y Park Geun-hye.
En 2019 se convirtió en fiscal general, cargo desde el que decidió llevar a juicio por corrupción al entonces ministro de Justicia, Cho Kuk, lo que le valió enemistades del Partido Democrático (PD) de Moon y sus seguidores.
Después de que la sucesora de Cho en el cargo, Choo Mi-ae, intentara inhabilitarle a finales de 2020 y de que Yoon lograra que un tribunal reconociera la irregularidad del procedimiento, dimitió en marzo de 2021.
Yoon se presentó a la Presidencia surcoreana con el conservador Partido del Poder Popular (PPP) en las elecciones celebradas el 10 de marzo de 2022, Yoon Suk Yeol se impuso por menos de un 1 por ciento de los votos al liberal Lee Jae-myung en los comicios más reñidos vividos por el país en democracia.
Presidente en minoría
Dos años después, en las elecciones legislativas del 11 de abril de 2024, el opositor y liberal Partido Democrático (PD) se tomó la venganza: logró renovar su mayoría en el Parlamento con un resultado mejor que el logrado cuatro años antes.
Los votantes castigaron a la formación gobernante dando su apoyo al PD y a otros partidos que tachan al ejecutivo de Yoon de «incompetente» y desconectado de los problemas económicos que encaran los surcoreanos. Su entorno está envuelto en varios escándalos, incluida la primera dama, Kim, que aceptó un bolso de lujo de Dior de un sacerdote surcoreano estadounidense.
Yoon se convirtió así en el primer presidente de la democracia surcoreana en no contar con el control de la Asamblea Nacional en ningún momento de su mandato. Tras decretar la ley marcial, la retiró seis horas después. La oposición va a presionar para que dimita o caiga por un impeachment.