Seis horas convulsas duró la ley marcial en Corea del Sur. A la inesperada declaración del presidente conservador Yun Sukiol, la oposición reaccionó de inmediato por ilegal, sin emergencia nacional ni amenaza militar, por inconstitucional y, además, porque el presidente justificaba la medida señalando al principal partido de la oposición de «fuerza antiestatal decidida a derrocar al régimen». Inaudito en la democracia surcoreana, con manifestantes y diputados enfrentados a este despliegue de fuerzas militares. 

Fuente