Una situación extrema que requeriría de soluciones extraordinarias y facilidades en la recuperación está siendo, en cambio, un camino de trabas, una carrera de obstáculos. Así definen la situación de letargo prolongado que vive el conservatorio de Catarroja en el equipo directivo del centro público de enseñanza musical, un mes después de la tragedia.
Necesitan un informe de evaluación de daños estructurales de un arquitecto de Conselleria de Educación. La primera semana fue un profesional que les dijo que no podía emitir este documento hasta que no estuviera el sótano limpio, pero los bomberos que consultan los trabajadores del centro (pues no hay rastro de un seguimiento del área autonómica responsable) dicen, según relatan los profesores, que solo entrarían allí en misiones de salvamento por la peligrosidad que supone.
Conclusión: el sótano, que alberga(ba) al salón de actos, la sala de grabación, el almacén y muchos instrumentos musicales sigue embarrada. Hasta 20 veces han retirado lodo, pero el agua sigue brotando tras romperse una tubería.
«Estamos abandonados»
«Ante la inacción de a quien le corresponde, que es la conselleria, hemos pasado a un siguiente escalón. Después de limpiar todo el centro entre profesorado, alumnado y familias venimos a reivindicar que estamos abandonados«, dice el jefe de estudios del Conservatorio de Música de Catarroja, que tiene unos 400 alumnos y alumnas, Juanfra Arrué.
«En las dos plantas bajas hay una destrucción total. Parecen imágenes de guerra, podría ser Beirut, está todo devastado y no hemos podido ni sacar el fango«, lamenta el profesor. «Nos hemos dirigido a la directora territorial, al director general de centros, al secretario autonómico…nadie nos contesta», dice Arrué.
Tanto es así, que se enteraron por este diario que eran uno de los centros considerados como ‘nivel rojo’ o catastrófico por el estado de su infraestructura. «No lo sabíamos, nadie se ha puesto en contacto con nosotros, lo vimos en el periódico», apunta.
Sin luz y sin soluciones
Por otra parte, insisten en que no tienen luz, pues el cable de alta tensión se rompió. «Le hemos dicho a la conselleria que tenemos este problema, hemos buscado empresas que nos puedan arreglar el sistema eléctricos y cuando le damos soluciones a la Generalitat, nos dicen que eso es muy caro y que ya buscarán ellos un arreglo, pero después de 15 días no sabemos nada más», lamentan.
La banda ofrece su espacio y la conselleria lo rechaza
A la falta de soluciones un mes después, lo que está imposibilitando que el alumnado vuelva a las clases de manera presencial (pues hace unos días comenzaron las clases on-line), se suma que la Sociedad Musical l’Artesana de Catarroja les ofreció usar sus instalaciones, con recursos instrumentales, percusión y piano, algo que sería ideal para el conservatorio. «Sin embargo, conselleria dice que no, que el seguro que tenía el centro no cubría las actividades en espacios privados», lamenta Arrué.
Para el jefe de estudios, «esta situación requiere otro tipo de medidas. Si hay que contratar una políza que cubra la actividad en lugares de titularidad privada, se hace. Sino, no podemos retomar las clases», zanja.