- Subidas en lugar de descuentos
- Prácticas contrarias a la normativa
- Consejos para comprar con criterio
- El impacto ambiental del consumo masivo
El fenómeno del Black Friday vuelve a ocupar un lugar destacado en la agenda de consumo de los españoles. Sin embargo, detrás de los anuncios de grandes ofertas y descuentos irresistibles, se esconde una realidad que dista de ser tan favorable para el comprador.
Según un análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), casi la mitad de los productos publicitados como rebajados son, en realidad, más caros que hace un mes. Concretamente, el 42% de los artículos de electrónica y electrodomésticos han incrementado su precio respecto al mínimo registrado en septiembre y octubre, mientras que solo un 29% presentan auténticos descuentos.
Tres de cada cuatro españoles tienen previsto realizar alguna compra durante estos días, con un gasto medio estimado de 200 euros. La mayoría busca aprovechar las ofertas para adquirir productos deseados desde hace tiempo o adelantar los regalos navideños. Pero, a pocos días del Black Friday, la OCU alerta de que las subidas de precios siguen siendo más frecuentes que las bajadas, un comportamiento que se repite año tras año.
Subidas en lugar de descuentos
El estudio de la OCU, que ha monitorizado más de 12.800 productos en 54 webs desde septiembre, destaca que solo en ocho de ellas predominan las rebajas. Entre las tiendas con mejores resultados se encuentran Alcampo, Carrefour, Electrobueno, Electrocosto, Maxmovil, Milar, Phonehouse y Tien21. En estos casos, los descuentos medios rondan el 8%, siendo habituales en portátiles, televisores, robots aspiradores y auriculares. Además, los robots de cocina, cafeteras expresso y algunos televisores han protagonizado las mayores ofertas detectadas.
En el lado opuesto, las subidas de precio son más comunes en plataformas como LG y Miró, donde los aumentos promedian el 30%, seguidas de Amazon, Miravia y Mediamarkt, con incrementos del 21% al 24%. Productos como adaptadores Wi-Fi, navegadores GPS y cámaras de fotos son los más afectados, mientras que artículos como auriculares, aunque a menudo son presentados como rebajados, también concentran algunas de las subidas más significativas.
Prácticas contrarias a la normativa
El análisis de la OCU señala una práctica que podría tener consecuencias legales: muchas tiendas no calculan los descuentos según el precio más bajo de los últimos 30 días, como exige la normativa, sino en base a precios arbitrarios o incluso al precio recomendado por el fabricante. Este incumplimiento de la ley genera desinformación y podría derivar en sanciones por parte del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, al que la OCU trasladará sus hallazgos.
Para evitar caer en estas estrategias engañosas, la organización recomienda a los consumidores comparar precios con antelación y verificar la veracidad de los descuentos antes de realizar cualquier compra. Para ello, pone a disposición de los usuarios su herramienta Asesor de Precios, que permite comprobar si el precio ofertado es realmente competitivo.
Consejos para comprar con criterio
La OCU insiste en la importancia de planificar las compras y reflexionar sobre la necesidad real de los productos. Advierte de que las compras compulsivas no solo impactan negativamente en el bolsillo, sino que también contribuyen al despilfarro y afectan al medio ambiente. Además, recuerda que los productos en oferta deben mantener la calidad habitual, y que cualquier defecto debe ser comunicado de forma clara por el comercio.
Otro aspecto clave para proteger al consumidor es conservar el tique o la factura simplificada, imprescindibles para gestionar posibles reclamaciones. En el caso de compras online, la garantía de devolución se extiende hasta 14 días naturales. Por último, la organización aconseja optar por métodos de pago seguros, como tarjetas de crédito o plataformas como PayPal, para evitar riesgos.
El impacto ambiental del consumo masivo
La celebración del Black Friday no solo tiene implicaciones económicas. La OCU también llama la atención sobre el impacto medioambiental de este evento, que fomenta un consumo desmedido y un aumento de residuos. Sugiere valorar alternativas más sostenibles, como dar una segunda vida a los productos que se desean sustituir o donarlos si aún funcionan. Además, recomienda priorizar los productos locales y agrupar compras para reducir el impacto logístico.
